La firma de la garra se había convertido durante más de dos décadas en el patrocinador de uno de los equipos con más historia del ciclismo. Pero el 2004 era una época en la que las grandes multinacionales en la fabricación de ropa deportiva lo devoraban todo. Los hermanos Pepe y Diego Quiles, de Elx, que también llegaron a controlar al Elche, el conjunto de fútbol, ya no podían asumir la inversión que suponía mantener al famoso equipo verdiblanco.

Y el rescate llegó desde la capital valenciana. Esteban González Pons, que era el conseller encargado de los temas de deporte, salió en su ayuda y aportó el capital público para que el equipo surcara las carreteras, hasta que una actuación de la Guardia Civil, con la detención de Eufemiano Fuentes (2006), supuso el principio del fin de la escuadra valenciana.

Sucedió en una época en la que los gobiernos autonómicos del Partido Popular sintieron la llamada de la bici para promocionar su turismo. Porque en la misma época en la que González Pons negociaba la salvación del Kelme con Pepe Quiles, el hermano que siempre se responsabilizó de la gestión del equipo, el Instituto Nóos servía de interlocutor del conjunto Banesto ante el presidente de Baleares, Jaume Matas, para que la escuadra bancaria pasase a denominarse Illes Balears, tras una gestión personal llevada a cabo por el propio Iñaki Urdangarin.

El dinero público salvaba al ciclismo siguiendo el ejemplo del Euskaltel en el País Vasco. Los contratos que se pagaban desde Valencia o desde Palma iban a servir para que algunos de los principales corredores españoles de la época pudieran continuar participando en las grandes citas del calendario mundial. Sin embargo, si todo fueron flores en la escuadra balear, el aire en el Comunitat Valenciana se contaminó a las primeras de cambio por culpa de la palabra peor sonante en el mundo del ciclismo: dopaje. Jesús Manzano, un excorredor del Kelme, denunció en As, en el 2004, al poco del visto bueno del Gobierno valenciano, las prácticas prohibidas en el seno del equipo, lo que provocó la exclusión del Giro y el Tour. "Aunque solo sea verdad el 10% de lo que ha denunciado Manzano a la prensa española, no podemos admitir al Comunitat Valenciana en el Tour", declaró Jean-Marie Leblanc, director de la ronda francesa.

A González Pons, preocupado por la inversión que acababa de iniciar su gobierno, no le quedó otro remedio que salir en defensa del Comunitat Valencia ante los medios informativos. "No entiendo por qué han querido utilizar al Kelme como chivo expiatorio, pues, si hay dopaje, no solo está en este equipo".