El Madrid ganó al Rayo (2-0) tras complicarse la vida después de la expulsión de Sergio Ramos por doble amarilla en el minuto 17 de la primera parte, pero aprovechó la ventaja que otorgaron Morata y el propio Ramos en los primeros quince.

El canterano Alvaro Morata, que salió de titular, en el primer balón tocado hacía gol, pero más tarde en el minuto 26 se tuvo que retirar sin poder completar el partido, ya que fue sustituido por Albiol para reformar a la defensa, tras la expulsión del sevillano Sergio Ramos.

El conjunto blanco empezó muy enchufado, y en el minuto 3, Alvaro Morata metió el primer gol, a pase de Ozil. A los nueve minutos después del gol, tras una falta botada desde la derecha por Ozil, Ramos remataba y hacía el segundo antes de ser expulsado.

A partir de ese momento, el equipo de Mourinho desapareció del campo y no dispuso de ocasiones. El técnico portugués hizo el primer cambio para recomponer a su equipo quitando a Morata por Raul Albiol. El conjunto de Paco Jémez no dispuso de ninguna ocasión clara en la primera parte para sobrepasar la portería de Diego López.

Tras la reanudación ambos equipos siguieron en la misma tónica, el conjunto vallecano, teniendo el balón, y los blancos gozando de las ocasiones más claras de gol. El tercer gol lo tuvo en sus botas Khedira, que llegó hasta la línea de fondo pero su pase atrás no encontró a Ricardo Kaká que venía por la banda.

Aunque el equipo de Jémez tuvo alguna ocasión, no estuvo afinado de cara a la portería, y la ventaja que el Real Madrid obtuvo en los primeros minutos del partido le valió para consumar el triunfo y pensar en el siguiente partido en Riazor.