Fue un día intenso en las oficinas de El Arcángel, en las que hasta última hora de la noche se estuvo trabajando, tanto en la incorporación de jugadores como en posibles salidas. Sobre la mesa había un nombre propio, el de Javier Patiño, recién aterrizado en Córdoba tras un largo viaje en el que obtuvo la nacionalización filipina y, además, conoció a los que serán sus compañeros de selección.

La llegada de otro delantero a la plantilla cordobesista, Xisco, provocó que las operaciones se aceleraran, ya que el madrileño, que apenas ha tenido protagonismo en la presente temporada, tiene por delante a Rennella, Fede Vico, Joselu y al recién fichado Xisco.

Varios clubs se interesaron por él. El Xerez se puso en contacto con él, pero su delicada situación --en descenso y con un ambiente muy caldeado con la hinchada-- le hizo pensarse muy seriamente esta posibilidad, aunque finalmente aceptó. Se marchará cedido hasta final de temporada y en el contrato hay una cláusula por la que no podrá jugar contra el Córdoba.