Fue un día frenético en cada uno de los estadios del fútbol español. La mañana comenzó con un nuevo movimiento del Hércules, que fichó a Nacho González, procedente del Standar de Lieja, convirtiéndose en el séptimo refuerzo del equipo alicantino, que ocupa puestos de descenso (ver gráfico). La gran mayoría de jugadores con los que se ha hecho estaban sin equipo, como Cortés, Mario Rosas, Redondo o Javito.

En este mercado invernal le ha seguido muy de cerca el Villarreal, el máximo aspirante a subir a Primera y que ni siquiera ocupa puestos de eliminatorias de ascenso. De ahí que destituyera a su entrenador y se haya reforzado con seis futbolistas: Farinós, Pereira, Dorado, Juanma, Aquino y Perbet. Además, le dio la baja a su delantero de referencia, Cavenaghi. No fue la única salida significativa. También se tuvieron que ir Casquero del Almería y Callejón del Hércules. Al Girona, una de las revelaciones, solo le ha hecho falta fichar a dos futbolista, Bordás (Villarreal) y Moisés (Granada). Una situación parecida a la del líder, el Elche, que pese a su sólida ventaja, ha decidido echar más pólvora a su ataque. Ayer confirmó la vuelta del delantero Angel, que tan buen rendimiento le dio el año pasado. A él se le une el exalmeriense Aarón.

El Madrid y el Barça B, que no se habían movido hasta el momento, inscribieron a Carlos Henrique, procedente del Sau Paulo, y a Marc Muniesa, que estaba lesionado.

Una de las últimas operaciones de la noche fue la cesión de Patiño al Xerez. La anécdota del día se produjo en Alicante, después de que no cuajara el fichaje de Machado. "Ha sido una gran cagada", dijo el técnico, Quique Hernández.