Nada insólito hizo Leo Messi frente a Osasuna. Nada que no hubiera hecho antes. Lo llamativo del astro azulgrana, que ha convertido lo extraordinario en algo casi cotidiano, es que los números que acreditan su rendimiento apenas conservan vigencia.

Messi rompió la temporada pasada un buen puñado de marcas. La más sonada fueron los 50 goles en la Liga (41 había establecido Cristiano Ronaldo en la temporada 2010-11) y los 73 goles en 60 partidos en la temporada futbolística (70 era el listón de Archie Stark, del Bethlehem Steel en Estados Unidos en 1925). También elevó a 91 tantos el récord en un año natural, en un registro que databa de 1972 en poder de Gerd Müller (85). Con ser unas cifras estratosféricas, los números parciales que lleva esta campaña son mejores.

La temporada anterior acumulaba 22 goles en las primeras 21 jornadas, cuando en la actual suma 33; en el cómputo global de todas las competiciones, Messi llevaba 36 tantos en los primeros 32 partidos que disputó, mientras que ahora alcanza los 44. Y los precedentes del argentino indican que la segunda mitad del ejercicio suele ser mejor que la primera.

Messi no sentirá ninguna presión en el Bernabéu. Y no solo porque haya jugado ya 23 veces ante los blancos, sino porque suele dar la cara ante el máximo rival. Mañana se le presenta otra marca para batir: ser el futbolista con más goles marcados en los clásicos. Ha anotado ya 17, y está a uno de empatar con Alfredo di Stéfano (18). Le quedarán otras dos oportunidades para superar al viejo mito del madridismo: la vuelta de la Copa, el 27 de febrero, y el duelo de la Liga, a no ser que el bombo europeo depare un par de clásicos más en la Champions. Messi no se arruga en el Bernabéu: en el feudo blanco ha marcado 8 goles, casi tantos como en el Camp Nou (9).

Messi acabará adelantando a Di Stéfano en la clasificación histórica de goleadores en la Liga. Como a Raúl, la otra leyenda blanca. Los cuatro goles que endosó el domingo a Osasuna han convertido al astro argentino en el futbolista más joven que supera los 200 goles en la Liga. Lo ha logrado a los 25 años y 217 días, cuando Telmo Zarra lo consiguió a los 29 años y 352 días. Leo se ha incrustado entre los mejores realizadores de todos los tiempos en apenas ocho temporadas como profesional. Pahíño necesitó 13 campañas para sumar 210, como Di Stéfano para alcanzar los 227. Zarra estuvo 15 temporadas en Primera (1940-1955) y se retiró a los 34 años. El domingo fue el primero en anotar en once partidos de Liga consecutivos. Con diez compartían méritos Mariano Martín (18 goles repartidos entre la 42-43 y la 43-44) y Ronaldo, que marcó 12 (96-97). Messi ha hecho 20 goles. Lleva desde el 7 de noviembre (cinco días después del nacimiento de Thiago, su hijo) levantando los brazos sin parar. Solo se quedó a cero ante el Benfica. La única vez que no ha sido titular en los 17 encuentros. Una noche recordada: aquella en la que el astro cayó lesionado y el estadio se calló...