España afronta esta tarde (17.15 horas, TVE-1 la hora de la verdad. Los Hispanos disputarán la final de su Mundial después de esquivar los cruces con Francia, Croacia y Dinamarca, las grandes favoritas. Pero si quieren colgarse el oro (la segunda corona de la historia, después de la conquistada en Túnez-2005) tendrán que intentar hundir la poderosa nave danesa, su bestia negra. Para ello, esperan que el público sea su principal aliado.

LOS DANESES, FAVORITOS "El próximo año jugaremos en Dinamarca el Europeo y entonces seremos los favoritos, como lo es ahora España por jugar ahora en su casa", aseguraba el seleccionador danés Ulrik Wilbek. Pese a los intentos de este viejo zorro (elegido mejor técnico del 2012), todo el mundo ve a Dinamarca como la gran favorita para ganar la que sería su primera corona mundial. La solidez mostrada durante todo el torneo, especialmente la rotunda victoria ante los croatas (30-24) en semifinales, así lo señala.

Mikkel Hansen (mejor jugador del mundo en el 2011) es el motor danés, pero ni mucho menos su única arma. Si la defensa española logra contener al excañonero azulgrana, los torpedos de Markussen de nueve metros, las roscas de Noddesbo en el pivote o los goles de Eggert desde el extremo pueden crear vías de agua. La dura defensa danesa arropa a Landin, de los mejores porteros del mundo. Verdugo de España el Mundial de Suecia-2011 y el Europeo de Serbia del pasado año, Dinamarca volvió a imponerse en el duelo en los Juegos.

El combinado español confía en que el aliento del Sant Jordi ponga fin a su mala racha. "Está demostrado que cuando el público presiona se pierden más balones y tenemos más posibilidades de defender y salir al contragolpe", comentó Víctor Tomás. El capitán azulgrana espera que el ambiente en la montaña mágica sea más caliente que en las semifinales. "Para ganar debemos aportar, pero es claro que necesitamos la ayuda del público. Hacemos un llamamiento absoluto para que la gente ayude al equipo, porque el equipo se dejará lo que tiene", coincidió Valero Rivera.

El seleccionador español, que aseveró que es un partido "extraordinariamente especial" sabe que hay que evitar, sobre todo, los contrataques que permitan goles fáciles del letal Eggert.

ADIOS DE ALBERTO ENTRERRIOS La segunda final mundialista, ya de por si especial, lo será aún más para Alberto Entrerríos. El único superviviente (junto a su tocayo Albert Rocas) del bloque que se coronó hace ocho años en Túnez, vivirá hoy su último encuentro con la Roja. "Que sea mi último partido no me está suponiendo nada dramático, lo estoy esperando con muchas ganas y todo está siendo tan bonito que quiero alargarlo", comentó, A sus 35 años y tras su ausencia en los Juegos Olímpicos, el lateral asturiano es, en ausencia de su hermano Raúl, el generador del juego español. "El cuerpo está muy castigado y estoy haciendo un esfuerzo vital, sé que lo acabaré pagando a final de la temporada, pero no hay nada más que pensar".

Solo queda un último esfuerzo, como el que hicieron ayer los croatas que, pese al desgaste su-