Un abarrotado salón de actos del fondo norte de El Arcángel fue el escenario de una particular entrevista, por lo inusual que tiene que un presidente de un club de fútbol se exponga a las preguntas de cuantos aficionados lo deseen. Sentados en elegantes sillones blancos, con una mesa muy baja sobre la que reposaban dos botellas de agua y flanqueados por dos escudos del Córdoba, Alfredo Duro, nuevo director de comunicación del club, comenzó preguntándole a Carlos González por su familia y por su manía de abandonar el palco antes de que acaben los partidos. "Ya que me voy a ir, prefiero no ponerme en primera fila". Fue el prólogo de una entrevista que se prolongó hasta bien entrada la noche.

Todo comenzó con números. El máximo mandatario recordó que la actual deuda de la entidad es de 4,7 millones, casi la mitad de la que se encontró cuando llegó. "Dentro de muy poco el Córdoba será de los pocos equipos saneados de España", se aventuró a decir.

PREGUNTAS POR CORREO // Apenas pasaron diez minutos cuando Duro leyó la primera pregunta recibida por internet. "¿Cree que llegará el momento en el que Córdoba no tenga la necesidad de vender a sus futbolistas?". González no lo pensó ni un segundo. "En cuanto equilibremos el presupuesto. Tenemos unos ingresos de entre cinco y cinco millones y medio, y unos gastos de siete. Para equilibrarlo hay que vender o tener un presupuesto de cinco".

La segunda pregunta la hizo Jose, socio 4.774. "¿Para cuándo ofrecerá un viaje masivo sin condiciones?". "Me gustaría que antes de llenar el campo del Almería, llenáramos El Arcángel. Cuando lo consigamos, pondremos viajes masivos", contestó.

TURNO DE LOS PRESENTES // Tras esas dos preguntas, llegó el turno de los presentes. José María fue el primero. Le invitaron a sentarse junto al presidente y allí inició sus críticas. "¿Por qué nos pide 10.000 acciones para venir a las Juntas?". El presidente le explicó el motivo. "Si los socios minoritarios se unen, tienen más fuerza, en vez de que cada uno vaya por su lado". El socio, que también era accionista, le reprochaba que quería restringir el acceso. "Si fuera para restringir, esto no lo haríamos", dijo, refiriéndose al coloquio.

A González le molestó bastante que aquel socio le dijera que no se interesaba por los socios ni por los veteranos. "¡Por primera vez en la historia los veteranos están dentro del club; y tienen su oficina en el estadio!". El socio le dio la razón.

MOMENTO DE TENSIÓN // Luego salió Jesús, un joven seguidor que aseguró no pertenecer a ningún grupo, lo que provocó una carcajada general en el fondo de la sala, llena de gente de su edad. El hincha, con un chándal del Córdoba, se llevó el dedo al escudo de su prenda. Luego señaló el que estaba colgado en la pared. "¿Por qué ha cambiado el escudo'", se quejó. "Todos los escudos de los equipos de España han ido evolucionando, se han ido modernizando. Además, los jugadores se quejaban de que si estaba bordado, con el sudor les picaba". "Muchos lo tenemos tatuado", le replicó el joven. "Representa lo mismo --le aclaró el presidente--; a lo mejor otro socio quiere el de 1954. Porque cambie un pico no quiere decir que cambie el escudo; es tu escudo, el de siempre".

Primer descanso.

El presidente salió a fumar.

Luego llegaron los momentos de más tensión. A los diez minutos de que el chico hiciera su pregunta, él y un grupo de hinchas se marcharon. Cuando iban por el pasillo comenzaron a insultar al presidente. En la calle continuaron los pitos y cánticos. Hasta que apareció la Policía Nacional y se dispersaron. "Tenemos que crear el ambiente propicio para ascender", comentó.

Las preguntas continuaron. Al mandatario le preguntaron dónde estaba el dinero de la taquilla del Barça. Reconoció que había sido de un millón de euros, pero que se quedaba en poco más de la mitad, pues había que descontar el IVA y las primas.

LOS TRASPASOS // Uno de los temas más solicitados fue la venta de futbolistas. Respecto a la de Fernández, González aclaró que tenía "el compromiso sensible" de venderlo si lo requería un Primera. "Teníamos dos buenos laterales derechos y uno no iba a jugar". A su vez, quiso destacar que cuando llegó, ni Fernández ni Hervás tenían contrato y que a Vico se lo podían llevar por 100.000 euros, de ahí que lo ataran por cinco años. A su vez, desveló que acababa de recibir ofertas por Vico, Alberto, Garai y Dubarbier. "Y no hemos vendido a ninguno". Respecto a la llegada de refuerzos, fue muy claro. "Con o sin delantero, vamos a subir; tenemos un equipazo".

LOS ERRORES // González asumió errores. Uno, con la marcha del anterior técnico. "Me equivoqué; tendría que haber cobrado la cláusula de Paco Jémez al Rayo". De paso, recordó cómo encajó el entorno la llegada de este. "Me cayó la del pulpo cuando aposté por Jémez". También indicó la línea a seguir en el banquillo. "Entrenadores de la cantera".

González recordó un detalle. "Casi todos los clubs tienen ayudas públicas. Nosotros pagamos todo en este estadio; hasta pagamos cosas a los demás". Cuando le achacaron que no había puesto dinero en el club, se defendió. "Pagué 1,25 millones a Prasa".

Por hablar, habló hasta de los videomarcadores. "Cuestan una pasta", se lamentó. Espera al menos que pronto se coloque uno normal en la tribuna.

Y es que González tocó todos los temas. Quizá por eso la sala le despidió con una ovación, ya cerca de las once de la noche.