El Barça no está para regalar nada. Ha ganado tanto y en tan poco tiempo (14 títulos en los cuatro años de Guardiola) y ha perdido, al mismo tiempo, tan poco (solo cinco títulos se le han escapado), que se toma cada partido como si fuera un título. Y, sobre todo, si llega como esta noche en La Rosaleda con carácter realmente decisivo. "Es el primer match ball de la temporada", aseguró Jordi Roura, el ayudante de Tito, que dirigirá al equipo contra el Málaga con un peligroso resultado en la ida del Camp Nou (2-2) y la experiencia de dos tropiezos consecutivos en menos de una semana. Lo nunca visto hasta ahora en el Barça de Tito. Por eso, saldrán todas las estrellas en la Copa.

No dio pistas Roura sobre la alineación, pero dejó "todas las opciones abiertas", recordando que desde la derrota del sábado en Anoeta, la primera en la Liga, hasta hoy, han tenido cuatro días de descanso completo. No dio pistas, pero dejó en casa a Bartra, Montoya, Cuenca, que recibió el alta médica el pasado lunes, y Dos Santos. Todos por decisión técnica. Viajan hoy a Málaga todas las estrellas. Ni un segundo de respiro para nadie. Y menos ante el "primer match-ball", según Roura, o "la primera final", según recalcó Cesc.

Cambian las palabras, pero el mensaje es idéntico: está en juego el primer título de la temporada, el segundo si se incluye la Supercopa perdida con el Real Madrid en agosto. El campeón de Copa, que ganó el título en mayo para certificar la despedida de Guardiola en el Calderón sobre el Athletic de Bielsa, no quiere perder la corona tan pronto. Y los jugadores, menos que nadie. No se cansan de ganar. Y dos tropiezos (empate copero con el Málaga y caída en Anoeta) obligan, según explicó Roura, a levantarse de manera inmediata.

Ayer, antes de la última sesión de entrenamiento (había 24 jugadores, solo faltaba Abidal), se escucharon aplausos en la ciudad deportiva del Barça. Primero para el nuevo papá Piqué, que jugará hoy en Málaga, y después para Puyol, premiando su renovación hasta el 2016. El lunes la firmará Xavi. Después de la doble ovación, el trabajo.

"No hace falta decirles nada especial a los jugadores, son perfectamente conscientes del partido. Lo afrontaremos con la máxima intensidad", aseguró Roura, convencido de que el Barelona exhibirá el carácter ganador para colarse en las semifinales de la Copa. "Lo importante es cómo reaccionas tras esos resultados. No tengo ninguna duda de que el equipo va a reaccionar bien", añadió el técnico azulgrana.

"DIFICILISIMO El Barça sabe que se enfrentará a un Málaga "dificilísimo", según Roura, al que abatió en su última visita liguera dejando un rondo para la memoria. Pero su inestabilidad, sobre todo en las segundas partes, le complica la vida en la Copa obligándole a dar hoy su mejor versión. Y la más fiable para que no se escape el segundo título en enero, algo a lo que no están acostumbrados estos jugadores azulgranas.