No es la primera vez que lo dice. "Michael Schumacher empleó cinco años en ganar su primer título con Ferrari", recuerda Fernando Alonso con frecuencia. La última, esta misma semana, entre cenas y bajadas de esquí en la estación de Madonna di Campiglio. No es un consuelo, sino una forma de comparar dos situaciones similares. Como en la época del alemán, Alonso es la punta de lanza de los profundos cambios del equipo: en su forma de trabajo, en su estructura tecnológica, en sus cerebros... Cambios que necesitan tiempo para traducirse en resultados. "Este año recogeremos los frutos", anuncia el director, Stefano Domenicali. La llegada de Pedro Martínez de la Rosa es un paso más en la modernización del equipo y también otra muestra del peso del bicampeón asturiano en Maranello.

La drástica reducción de entrenamientos privados derribó los cimientos sobre los que se apoyaba el trabajo de Ferrari. De probar en pista casi a diario en el 2005, se pasó a solo 15 días en todo el año desde el 2008. Así que los equipos más fuertes se vieron obligados a buscar otras fórmulas para desarrollar los coches: el túnel de viento, los potentes ordenadores de CFD y los simuladores, un área en la que Ferrari ha ido remolque de McLaren y Red Bull.

Llegada de ingenieros

El aterrizaje de Alonso, en el 2010, desencadenó una cascada de transformaciones en el equipo que comenzó con el fichaje de Pat Fry, de McLaren. "Pat está reorganizando el equipo, colocando a cada uno donde más rinde, cambiando la forma de trabajo", desveló esperanzado el piloto tres años atrás.

Entre otras cosas, Fry reclutó a un batallón de ingenieros. Neil Martin, procedente de Red Bull, fue el primero. Después llegaron Steve Clark, Rupad Darekar y Lawrence Hodge, especialistas aerodinámicos, además de Jonathan Heal, experto en cálculo; el griego Ioannis Veloudis, especialista en dinámica de fluidos por ordenador, y el italiano Giacomo Tortora, con una gran experiencia en la simulación.

"Este año habrá fichajes aún más importantes que el de Pedro para mejorar nuestro coche", avanza Alonso, que recuerda todos los hombres, entre ellos los míticos Ross Brawn y Rory Byrne, que llegaron a Maranello con Schumacher.

De la Rosa se ocupará básicamente del simulador, tarea que desempeñó con éxito en McLaren, aunque su aterrizaje en Maranello ha causado la sensación entre la prensa italiana de que "Ferrari se está alonsizando". Así se lo espetaron a Domenicali. "Bueno, Marc ya estaba con nosotros antes de que llegara Fernando y Pedro es un piloto muy experimentado en el simulador. Nosotros nos fijamos en el talento de las personas, no en su pasaporte", se defiende.

De la Rosa ayudará en el simulador. Trabajaba casi a diario en el que McLaren construyó en Woking, la galáctica sede del equipo, nada que ver con la imagen que, en este sentido, ha ofrecido Maranello hasta la fecha. Alonso tiene mucho que ver con la llegada del español, como lo tiene en la renovación de Felipe Massa. "Siempre he dicho que Felipe es uno de los mejores pilotos del mundo". El apoyo del asturiano ha mantenido al brasileño en Ferrari tras un comienzo de año muy malo. Cuanto mayores eran las críticas a Massa, mayor era el respaldo de Alonso. "Cuando leo los nombres que se barajan para sustituir a Felipe, me entra la risa, no se le pueden ni comparar", insistía. "Tenemos una pareja de pilotos equilibrada y no contemplamos el fichaje de Vettel", refuerza Domenicali.