El Valencia dejó este martes casi sentenciado su pase a los octavos de final de la Copa del Rey al vencer por 2-0 en su visita al modesto Llagostera, de la tercera categoría del fútbol español. Sin un juego excesivamente brillante, los de Pellegrino se adelantaron al filo del descanso con un testarazo del brasileño Jonas. Al cuarto de hora de la segunda parte, el conjunto che amplió su ventaja con un remate potente del delantero paraguayo Nelson Valdez.

Los catalanes estuvieron poco afortunados durante todo el encuentro. Incluso tuvieron ocasión para acortar distancias cuando Sellares lanzó un penalti que estrelló en el palo y que le hubiese dejado algo de vida para el partido de vuelta.

En cualquier caso, los aficionados del modesto club pudieron disfrutar de una noche de fútbol con un equipo de Champion, aunque el espectáculo quedó un tanto empañado por la lluvia. Al menos, situado detrás del banquillo del Valencia, se podían escuchar los gritos de Mauricio Pellegrino, quien se tomaba la primera fase de la eliminatoria como si se tratara de la final de la Liga de Campeones. A los 10 minutos, por ejemplo, el árbitro tuvo que llamarle la atención porque, como si le fuera la vida en ello, pateaba y daba brincos de rabia gritando: "¡Mano! ¡Que ha sido mano!". "¡Villarato!", le contestó con ironía un seguidor. En tres semanas será el partido de vuelta.