Sabadell 1-1 Córdoba, así lo hemos contado

Cuando la plantilla del Córdoba se marchó ayer en tren rumbo a Sabadell, dejó a la ciudad inundada de agua, después de dos días sin para de llover. Mañana, cuando vuelva, los días serán más cortos, habrá menos luz y la noche aparecerá con premura. Todo dará igual. Si logra vencer en la Nova Creu Alta, el próximo domingo no será un domingo de otoño y casa, sino de fútbol. Le hace falta a los blanquiverdes una victoria a domicilio para encadenar un par de resultados positivos y acabar de enganchar con la zona noble. De paso, captarían a otros pocos a El Arcángel, por mucho mercadillo que se interponga en su camino. Le esperan días vibrantes al aficionado. La Liga se mezcla con la Copa, una simbiosis que el año pasado resultó perfecta, idílica, al menos en cuanto a emociones. Otra cosa es el desgaste. Seguramente merezca la pena.

20.000 personas en el estadio una noche de Reyes es un regalo difícilmente superable. Quizá ni con tres puntos. El ritmo de entradas para la ida de los dieciseisavos no es trepidante, por lo que un triunfo hoy probablemente despierte el interés en los dubitativos.

Asegura Berges que no va a pensar en la Copa a la hora de confeccionar el once que disponga hoy. No le falta razón, pues entre un partido y otro habrá cinco días de diferencia. Casi como en una jornada liguera. El Córdoba, que ya visitó la Nova Creu Alta hace una semana en Copa, debe aprender de aquel partido. Lo ganó, sí, pero perfectamente pudo perderlo de no ser por el acierto de su guardameta Saizar.

También es cierto que los catalanes optaron por emplear a muchos más titulares que los cordobesistas. Solo López Garai, Abel y Fernández -este por la lesión de Cristian- repetirán de inicio. El Sabadell sí copiará algo más su once, aunque su técnico, Lluis Carreras, no podrá contar con Lanzarote, la auténtica pesadilla de la zaga blanquiverede, sobre todo de Cerra. “Estamos más convencidos“, aseveró Berges. El estado de ánimo es muy influyente. Y aunque ambos equipos están empatados a puntos, no llegan con la mente igual. El Córdoba mantiene una continua progresión y se ha reforzado en las últimas semanas. No solo en su estadio, donde ha sumado tres victorias consecutivas, sino a domicilio, la que hasta ahora es su asignatura pendiente, tal y como sucediera la pasada temporada. Los números no le acompañan -solo ha sumado dos puntos y acumula tres derrotas seguidas-, pero sí la imagen, las sensaciones, que han ido sufriendo un pequeño vuelco. Después del desastroso partido en Lugo, en el que se encontró con un punto caído del cielo, ofreció unos minutos interesantes en Alcorcón -le condenaron los fallos defensivos--, tuvo al Villarreal contra las cuerdas en el segundo tiempo en El Madrigal, y le dio un verdadero repaso al Almería, que aún se estará preguntando cómo pudo ganar 3-0 aquel partido.

Precisamente Almería es el espejo en el que Berges quiere que se miren sus hombres. "Pero con más acierto", matiza. A romper la mala racha goleadora lejos de El Arcángel puede contribuir desde hoy López Silva, una vez cumplidos los cuatro partidos de sanción por la expulsión en Villarreal. Todo apunta a que el onubense volverá a la titularidad. Pero es una incógnita si el entrenador apostará por reforzar con un jugador más el centro del campo, con Garai, Abel y Caballero, o preferirá por dos delanteros. En caso de que se decante por la primera opción, Joselu tiene muchas papeletas para ser la referencia, aunque Rennella y Patiño están apretando. También volverá Fuentes al lateral, por lo que Dubarbier adelantaría su posición.

Juegue quien juegue, la filosofía no cambia. El Córdoba buscará tener el balón y el gol, su principal obsesión.