Llegados a este desagradable punto de desasosiego provocado por la calificación de los administradores concursales, los hechos, los fundamentos, las causas y las conclusiones y sus consecuencias, solo añadiría, con la venia, que alguien debería salir ya a la luz pública desde las sombras para tranquilizar a decenas de miles de aficionados del Córdoba CF, también víctimas colaterales del asunto, para darles un descanso merecido y un poco de esperanza en el futuro. Me cuestiono, ahora que están de moda las preguntas retóricas tanto en los consejos de administración como en algunas ruedas de prensa, si alguien podría confirmar a estas alturas si esta vía judicial va a poner en peligro el futuro del equipo. En plata, su propia existencia. Y lo que es más importante, ¿alguien nos puede garantizar, juez o accionistas, que no se va a tomar jamás el camino amenazante del exilio que propuso Quique Pina en el Granada si las cosas se ponen más feas? Y es que cuando veas las barbas de tu vecino pelar...