El diluvio salvó esta vez a Jorge Lorenzo (Yamaha), que cuando iba en segunda posición en el Gran Premio de Malasia, ya lejos de un impresionante Dani Pedrosa (Honda), que se había escapado, cuando empezó a sufrir al haber escogido un neumático blando para su rueda trasera lo que estaba permitiendo a Casey Stoner (Honda) acercarse al líder de MotoGP, pues, en la vuelta antes de la bandera roja, que detuvo la carrera por ese diluvio, el australiano había reducido casi dos segundos su desventaja sobre el jefe de Yamaha.

Justo en ese instante, Lorenzo estuvo a punto de caerse, levantó la mano casi exigiendo la suspensión al director de carrera y todo parecía indicar que el compañero de Pedrosa podía lograr el sueño del tricampeón catalán, colocarse entre los dos en el podio.

Carrera suspendida

La sexta victoria de la temporada de Pedrosa, de nuevo impresionante, y el segundo puesto de Lorenzo, que lo celebró a lo grande cuando dirección de carrera decidió dar por bueno el gran premio al haberse cumplido los dos tercios de vueltas, coloca al tricampeón catalán a 23 puntos del mallorquín, cuando aún restan por disputarse dos grandes premios (Australia, el próximo domingo, y Valencia, el 11 de noviembre).

Lorenzo sigue con sus cuentas y dos terceros puestos en Phillip Island y Cheste le proclamarían campeón aunque el pupilo de Alberto Puig volviese a ganar esas dos carreras.

"La verdad es que hemos tenido la suerte de que la carrera no se ha reanudado pues, tal vez por la elección del neumático trasero, empezábamos a tener problemas", reconoció Lorenzo. "Hubiese podido tener más suerte, sí, pero estoy muy contento con esta nueva victoria y seguimos en la lucha", confesó Pedrosa.