Con tres refuerzos y una baja viaja hoy el Barça a Lisboa para encarrilar el camino de la Liga de Campeones, donde también es líder en su grupo. La enorme, aunque no exenta de polémica, remontada de Sevilla ha revitalizado al conjunto de Tito Vilanova, que ya podrá contar con Puyol, Iniesta y Adriano, en el dique seco y que ninguno pudo disputar el encuentro contra los de Michel. Para la cita europea y, también, para el clásico del próximo domingo frente al Madrid, donde recibirá en el Camp Nou a los hombres de Mourinho con una impensable diferencia de 8 puntos apenas transcurridas seis jornadas del campeonato liguero y una demostración de fuerza en Sevilla, donde los blancos perdieron. El contrapeso quedó personificado en la desgracia de Thiago, que se lesionó en el campo y aguantó hasta el final al ser el último cambio. Dos meses de baja.

Cojeando acabó el centrocampista en el Sánchez Pizjuán, y en su figura quedó resumido el pundonor del equipo. Thiago se lesionó cuando el Barça perdía y sin posibilidad de hacer un nuevo cambio, agotados los tres, pero se mantuvo en pie para que el equipo consumara una brillante remontada. El futbolista volvió en el avión sabiendo que tenía "afectado" un ligamento de la rodilla; ayer supo que lo tenía roto y que tardará ocho semanas en sanar. A diferencia del Madrid, que sucumbió en Sevilla por 1-0, el Barça fue capaz de levantar un 2-0 adverso en la segunda mitad con el empeño de Thiago y sus compañeros. Del Pizjuán volvió Mourinho quejándose de la actitud de sus hombres.

TRECE PARTIDOS FUERA "Rotura del ligamento colateral interno de la rodilla derecha", fue el diagnóstico oficial que emitió ayer el Barça después de que se le efectuaran pruebas más precisas a Thiago. El tiempo de baja estimado se alarga hasta principios de diciembre. Dos meses en la enfermería o, lo que es lo mismo, trece partidos sin jugar: siete partidos de Liga, empezando por el clásico del domingo, cuatro de Champions -el primero es el de mañana en el campo del Benfica-y la primera eliminatoria de Copa.

La desgracia ha golpeado de nuevo a Thiago cuando apenas volvía a disfrutar de su regreso a la actividad. Tres partidos ha podido jugar tras consumir cuatro meses de baja por el edema en la tibia que se agravó en la final de Copa ante el Athletic del pasado 25 de mayo. Reapareció con una excelente actuación en Getafe, anduvo gris ante el Granada y el sábado lo rescató Vilanova del banquillo en busca de un revulsivo. Con Thiago en el campo, aunque renqueante, el Barça cercó el área de Palop y transformó el 2-1 a tres minutos del final en un eufórico 2-3, consumando la cuarta remontada de la temporada. El equipo ha marcado la mitad de los goles en el último cuarto de hora de los partidos.

METEORICO PUYOL El día que reapareció Thiago (15 de septiembre) fue el día que cayó Puyol. El capitán también se lesionó en la rodilla (elongación del ligamento cruzado posterior izquierdo) y reaparecerá en poco más de dos semanas, la mitad del tiempo pronosticado en un principio por los médicos, en otra meteórica recuperación.

Puyol subirá hoy al avión junto con Adriano (un partido ausente) y otra ilustre novedad: Iniesta ha tardado algo más de lo previsto de la elongación en el aductor derecho que sufrió con la selección. Pero ya está listo para competir con Cesc -cuatro partidos completos consecutivos pese a las críticas-, adquirir rodaje mañana y estar a punto para recibir el domingo al Madrid. Vilanova no quitó a nadie de la convocatoria, excepto el lesionado Thiago. Incluyó en la expedición (21 jugadores) a Oier Olazábal, el meta del filial.