Como era de prever ya en verano, cuando el club decidió fichar a un solo central, Kiko Olivas, pese a que se habían marchado dos, Ximo y Prieto, Berges se ha quedado sin jugadores específicos en esa demarcación para afrontar el choque más complicado de toda la Liga, la visita al campo del máximo favorito para el ascenso, el Villarreal. La lesión de Gaspar, que se perderá al menos tres partidos, y la sanción de Tena, que fue expulsado con roja directa en el último encuentro, ante el Girona, han dejado a Kiko Olivas como el único central de la plantilla. Para más inri, al futbolista le está costando adaptarse y entrar en las alineaciones, por lo que Berges se ha tenido que inventar una pareja de zagueros inédita.

En el último partido acabó jugando con Alberto Aguilar y Fuentes, un pivote y un lateral, respectivamente. No le fue mal, ya que la retaguardia se mostró solvente, si bien el rival apenas inquietó. Otra cosa será lo que tengan enfrente el próximo sábado en Villarreal (18.00 horas, Marca TV). Cavenaghi, con tres tantos, y Pandiani, con dos, encabezan un ataque peligroso que, eso sí, no se ha mostrado muy prolífico, pues el conjunto castellonense solo ha marcado ocho goles, tan solo dos más que el Córdoba y muy lejos de los 14 que suman Almería o Barcelona B. Además de los dos delanteros, solo Senna ha conseguido marcar.

Berges tendrá que decidir si da continuidad a la pareja que acabó el pasado sábado en El Arcángel o da entrada al único central que le queda, Kiko, que precisamente procede del filial amarillo y que por el momento no ha contado con muchos minutos.