Alvaro Negredo y Ivan Rakitic dieron anoche al Sevilla un importante triunfo que lo mete en plazas de Champions en Riazor, ante un Deportivo que llevaba más de un año sin perder y que no pudo resistir a los últimos quince minutos de partido.

El equipo de Míchel tuvo opciones de adelantarse en el marcador en la primera mitad, pero obtuvo el justo premio al final del encuentro.

El Sevilla apareció con el mismo once que derrotó al Real Madrid en el Sánchez Pizjuán. Fue el primero en gozar de ocasiones, pero también el Deportivo respondió con posesión pero sin pegada en labores ofensivas.

La cruceta evitó que Navas anotara un golazo de volea con la pierna derecha y el chileno Medel no acertó desde la frontal del área.

El equipo local tuvo problemas, aunque avisó con una falta que ejecutó Riki, golpeó en Navas y paró en dos tiempos Palop.

Antes del descanso, el Sevilla desperdició una contra de cinco para tres y el Deportivo contestó con un disparo lejano de Abel Aguilar que acabó en el poste.

Tras el intermedio, el Deportivo se fue arriba y le pudo costar caro si el Sevilla hubiera acertado en los últimos metros, en los que Negredo desperdició un contrataque de Navas.

El equipo local lo intentó, pero volvió a chocar con los palos, esta vez con un centro de Pizzi que desvió un sevillista, y Negredo perdonó otro par de oportunidades antes de encontrar el camino al gol a centro del brasileño Cicinho en una jugada en la que fallaron las marcas del Deportivo.

UN FINAL TREPIDANTE Quedaba un cuarto de hora para el final y los deportivistas buscaron la pegada del portugués Nélson Oliveira para tratar de que el Sevilla no se fuera con los tres puntos de Riazor, pero no pudieron remediarlo y, además, encajaron el segundo gol de la noche tras un despeje de Aranzubia que dio en el culo de Rakitic y se metió en la portería de un equipo que ha dejado de ser invicto en su estadio.