Dentro de las múltiples catalogaciones que le cabe a la especie humana (listos-menos listos; guapos-menos guapos; honestos-menos honestos, y otras más complejas que no vienen al caso) hay una que en esto tan complicado de las relaciones se antoja clave para establecer lazos de confianza: están aquellos que hablan mucho y hacen poco (y/o no se corresponde con sus discursos), y los antagónicos o cabales. Me alegro de que el sábado, en El Arcángel, el equipo contestase como lo hizo. Más allá del 2-0, que queda cool para los resultadistas, las sensaciones que transmitió se correspondieron con la declaración de intenciones que expresó Berges durante la semana: trabajo y convicción. Otros deberían tomar nota. Si el modelo del club en cuanto a política de comunicación es el Real Madrid (paradigma del pensamiento único), va por buen camino. Habrá que explicarle al cordobesismo que es igual de difícil acceder a un jugador del Córdoba que a uno del conjunto blanco. Cosas veredes...