"Seguramente coincidí en algún entrenamiento con él, pero no estoy seguro, la verdad; yo era muy joven y no sé si llegamos a coincidir". Juanlu Hens recordaba anoche sus inicios en blanco y verde. "Había entrenado algunas veces, alternaba con el filial, pero debuté ya al final de la temporada, con García Remón". Para entonces, posiblemente Rafael Berges se hacía a la realidad de la situación. Llegó al final del verano como uno de los fichajes estrella de aquel Córdoba en el que Verdugo solo duró las dos primeras jornadas y al que relevó Crispi. El hoy entrenador del Córdoba tuvo la condena de una lesión que no le dejó volver a sentirse futbolista cuando apenas sobrepasaba los 30 años. De hecho, sus problemas físicos solo le permitieron intervenir en un partido más que un Juanlu Hens que llegó al primer equipo con 17 años. "Debuté en Ipurúa, contra el Eibar, y perdimos". Eloy empató para los blanquiverdes a diez minutos del final, pero poco después el hermano de Julen Guerrero, José Félix, dio el triunfo al conjunto armero.

"Luego también jugué la última jornada, contra el Ferrol, que empatamos". La siguiente temporada sería la de la confirmación del hoy jugador rojiblanco y que en su día se convirtió en el traspaso más beneficioso para el Córdoba durante muchas campañas tras hacerse con sus servicios el Valencia. Una carrera que le ha llevado a vivir triunfos y sinsabores, como el descenso con el Tenerife, pero que parece haberse estabilizado en el Girona. "El año pasado lo pasamos mal, jugábamos bien, pero no sumábamos puntos; luego, en los dos últimos meses nos salvamos pero merecimos más puntos", recuerda el de Fuente Palmera sobre la campaña pasada.

Aquella temporada 2001/02 que significó el primer paso para Juanlu fue también el último para el hoy técnico blanquiverde. Tres intervenciones y las tres en octubre. Titular en Chapín con derrota, unos minutos en Albacete con empate a cero y momentos presenciales en el triunfo por 3-0 ante el Elche. Una temporada en la que el Córdoba continuaba marcando su premisa: cuatro entrenadores. Comenzó Verdugo, que duró hasta la segunda jornada; le siguió Rafael Alcaide Crispi , al que relevó Pepe Murcia, que había hecho muy buen papel en el filial, y finalizó con Mariano García Remón.

Hoy ambos se verán sobre el césped de El Arcángel, como posiblemente ocurrió hace ya 11 años. Y esta vez el de Fuente Palmera, que fue testigo del final como jugador del campeón olímpico en Barcelona 92 también asistirá a los primeros compases como entrenador en blanco y verde de Rafael Berges. "Volver aquí siempre es especial. Es tu casa, están tus amigos, tu familia. ¿Regresar? Nunca se sabe".