Es tremendo. Pegarse la paliza en el bus para venir a Alcorcón". El compañero de la prensa dejaba su mirada fija en el grupo de Incondicionales que acompañó a la expedición blanquiverde hasta el Municipal de Santo Domingo. Una vez en la grada, cerca de ellos, un mito en blanco y verde: Jaime Asensio de la Fuente, que después de participar en la jornada de protesta de ayer en Madrid se fue a ver a su Córdoba. Vía Twitter fue marcando sus pasos. A pesar de la paliza, los jugadores no estaban para despedidas por lo que se ve.

Atocha era un hervidero de banderas republicanas, de sindicatos, camisetas de la marea verde por la enseñanza pública de calidad, empleados ferroviarios en huelga y toda clase de colectivos. Entre la marabunta (término acuñado precisamente por uno que fue dueño absoluto del club), una camiseta blanquiverde. El número dos a la espalda y de nombre "Mayo". También estuvo en la grada del angosto recinto alcorconero otro mito, fugaz, de los cordobesistas: Borja García, con el brazo en cabestrillo y acompañado de su agente, Teo Lázaro, presenció el encuentro. Tanto al descanso como al final aseguraba que "a mí me ha gustado el Córdoba, pero esos errores atrás...". Y torcía el gesto para acompañar a la valoración de los que fueron sus compañeros hasta hace muy poco tiempo.

¿Y la grada? Pues metiendo presión al asistente de Arias que cubría el ataque blanquiverde. Se lo comían en cada decisión no favorable. Y, al final, hincó la rodilla. El aplauso fue generalizado y tras el mismo, hasta el piropo: "Ese liner torero".