Como bien se puede ver en la película El Golpe , todo timo precisa de una buena puesta en escena para engañar a las víctimas. En el caso de la banda desmantelada por la policía, parte importante del montaje corría a cargo de un ciudadano brasileño, camarero de profesión, al que esa organización delictiva disfrazaba con chilaba blanca y kefié (el pañuelo tradicional árabe) para que se hiciera pasar por un jeque originario de Dubai. Este falso dignatario árabe, acompañado también por falsos guardaespaldas, acudía a las comidas en restaurantes de lujosos hoteles con los que los jefes de este entramado, el consultor J. B. y su socio M. T. pretendían presuntamente convencer a sus futuras víctimas --directivos de empresas y de clubs deportivos-- de que ellos tenían la llave de un grifo inagotable de petrodólares.

La policía ha detenido a los siete miembros de esta organización, que se había especializado en estafar a clubs de fútbol con las falsas promesas de grandes inversiones de jeques árabes. Los estafadores se hacían pasar por intermediarios y, a cambio de jugosas comisiones, convencían a los clubs de que esos potentados árabes iban a hacer inversiones. Para cuando los afectados descubrían que los jeques o no existían o no estaban dispuestos a soltar ese dinero, la banda ya tenía el dinero de las comisiones.

Según el inspector jefe del Area Central de Delitos Económicos, Toni Mariscal, esta organización "intentó engañar a los responsables del Espanyol", a cuyo anterior presidente, Daniel Sánchez Llibre, junto con otros directivos "llegaron a hacerles viajar a Dubai" en febrero del 2011. Un miembro de esa delegación perica explica que la trama les aseguró que "con ese viaje, iban a cerrar un acuerdo para el patrocinio del estadio, pues había un grupo inversor en Dubai muy interesado". Además, les ofreció conseguir inversores de cara a una ampliación de capital del club.

Para convencerles, la organización les facilitó una carta de la Casa Real de Dubai, la autencidad de cuyas firmas fueron comprobadas a nivel diplomático. Además, la reunión en Dubai fue tensa porque los teóricos inversores ofrecieron un precio tan irrisorio por patrocinar el estadio de Cornellá-El Prat que el abogado del club, del bufete Cuatrecasas, dio un golpe en la mesa, "y nos fuimos". Todo humo. El Espanyol no pagó comisiones.

En el caso del Getafe, la organización contactó con el presidente Angel Torres, al que convencieron con el compromiso de que un importante jeque haría una inversión de unos 10 millones en dos años, siempre que el equipo siguiera en Primera. El acuerdo fue publicitado por el Getafe que incluso llegó a hacerse fotos con los inversores.

Los 10 millones nunca llegaron. "Tenemos indicios de que el Getafe pagó esa comisión, pero no podemos precisar de cuánto es porque el señor Torres no está queriendo colaborar", explica el responsable de la investigación. Según la policía, el presidente del Getafe descubrió el montaje al comprobar que los cheques no tenían fondos.