Han llegado al mismo punto, pero sus estilos son completamente distintos. España y Portugal luchan por idéntico fin con diferentes medios. La campeona del mundo apuesta por el control, la serenidad y el toque. La posesión por encima de todo. El balón como eje del éxito. El combinado luso es más pragmático. La pegada es su fuerza, con Cristiano Ronaldo como gran artillero. La presión y las transiciones rápidas completan un manual incómodo para la Roja.

Mientras Italia, Croacia y Francia cambiaron sus esquemas para adaptarse al juego de España, Paulo Bento no modificará nada. No lo ha hecho desde que suplió a Carlos Queiroz tras el Mundial y no lo hará ahora. Ha repetido la alineación en todos los partidos y el único cambio será el obligado del lesionado Postiga por Hugo Almeida.

De las cuatro semifinalistas, se miden, sin duda, las dos selecciones más opuestas. España es la reina de la posesión (61%) y los pases (3.211), lo que demuestra su juego combinativo, con un triángulo en el centro del campo que se adueña del balón. Portugal, en cambio, es la más intensa y directa. No se lo piensa. Suma 70 remates (la cifra más alta del torneo) con 1.754 pases, la mitad que España. La campeona del mundo es el reflejo del juego azulgrana, basado en la paciencia y el sosiego. Su rival encarna el espíritu letal del Madrid. No está José Mourinho, pero Bento defiende la misma idea que su compatriota.

Ingenio y determinación

España deberá superar la presión lusa con ingenio y determinación. Atrás, las ayudas de Busquets a los laterales (Arbeloa y Alba) serán fundamentales para contrarrestar las rápidas transiciones de Cristiano, el mejor rematador de la Eurocopa, y Nani. Ambos intercambian mucho sus posiciones y generan desconcierto, ayudados en ocasiones por los carrileros: Coentrao y Joao Pereira, fichado por el Valencia. En la medular, destaca el incansable trabajo de Meireles y el talento de Moutinho, el principal lanzador de los contragolpes. Su duelo con Iniesta y Xavi será interesante. "Espero la misma Portugal que en el Mundial. Entonces desactivamos a Cristiano con ayudas permanentes. La idea será la misma", dijo ayer Del Bosque, mientras que Bento resumió su filosofía: "Somos un grupo equilibrado al que le gusta contragolpear y esperar su momento para sorprender. No defenderemos todo el tiempo".

La campeona no se fía. Está preparada para una batalla dura y larga. España tendrá más posesión, como siempre, pero su rival puede ser letal. "A nosotros nos perjudican los partidos locos, de ida y vuelta, de contragolpes, en los que tenemos que correr más de la cuenta", avisó Cesc. El objetivo es marcar primero y mantener la fortaleza defensiva. La Roja es la selección que menos remates recibe. En esa lucha de estilos, España será fiel a sí misma y seguirá apostando por el toque. "Ahora viene lo más duro, pero también lo más bonito. Vamos a competir, a ser protagonistas y a imponer nuestra personalidad". Palabra de Xavi.