Todo ha salido como una película que hubiéramos escrito antes de salir. Si hacemos esta carrera 100 veces, en 99 ocasiones no saldría todo tan perfecto". Fernando Alonso es el autor de la frase, del guión, el protagonista principal de esta película de acción, de una memorable remontada, la segunda mayor de su carrera, que la fortuna premió con los abandonos de Sebastian Vettel y Lewis Hamilton. Y todo, con un Ferrari al que ni siquiera pudo clasificar para la Q-3, con el que ha sido el primer piloto en repetir triunfo de este Mundial tan igualado.

Le debía mucho Valencia a Alonso. La suerte le ha maltratado en este circuito desde la primera carrera (cuando Kazuki Nakajima le embistió en la primera vuelta) y le arrebató un buen puñado de puntos que le hubieran hecho campeón en el 2010, cuando un error del coche de seguridad le arruinó el gran premio. "Tarde o temprano, todo se equilibra", dice siempre, y la compensación llegó de golpe en forma de un coche de seguridad que salió en el momento que más lo necesitaba, en enganchones con otros pilotos que no tuvieron consecuencias, en el abandono de sus principales rivales al título. Y un tipo capaz de liderar un Mundial con media docena de coches más rápidos que el suyo, un piloto que suma 20 grandes premios puntuando, alguien tan completo, tan rápido, tan constante sabe aprovechar como nadie el día que recibe algún que otro regalo.

SALIDA IDEAL "Fue como controlar la carrera con un mando a distancia para ordenar cuándo y cómo tenían que suceder los acontecimientos" reflexionó tras bajarse del coche. Pulsó el