Ya no estaba el presidente, ya no estaba el mandamás , ya no estaba quien le paga, quien le contrató para que devolviese la gloria a la Scuderia , pero Fernando Alonso no abrió la boca. No protestó porque Luca de Montezemolo, presidente de Ferrari, se hubiese ido el sábado de Valencia tras ver cómo ni él ni Felipe Massa eran capaces de meterse en la Q3. El bicampeón español contestó al desplante del capo con una de las victorias más sonadas de la historia de Ferrari. Y recibió el abrazo, la felicitación, los parabienes de Emilio Botín, que es, tal vez, quien más le interesa.

Inquieto el sábado

Y eso que al apagar la luz de su mesita de noche el sábado estaba "demasiado" preocupado e inquieto. "No solo habíamos fallado al no meternos en la Q3 y complicarnos la vida saliendo los undécimos, sino que sentí que le había fallado a toda esa gente que había venido a apoyarme y a la que había decepcionado". Así que meditó la manera de recompensarles el domingo, es decir, en carrera, con una enorme remontada. Y así fue. "Este triunfo va por ellos y tiene, sí, ese punto emotivo que supone saber que muchos, muchos, demasiados de los tuyos lo están pasando mal con esta maldita crisis. Sabemos que hay gente que sufre, que lo está pasando muy mal en el día a día y aunque sé que un triunfo deportivo no arreglará sus vidas, al menos produce cierta alegría, ¿verdad? Estaba en deuda con todos ellos, al final he podido darles lo que se merecen: una victoria trabajada, sonada y en casa".

Ha sido su victoria 29 y ya solo tiene delante a auténticos monstruos: Nigel Mansell (31, que caerá pronto), Ayrton Senna (41, que está en el horizonte más inmediato), Alain Prost, el profesor (51) y, cómo no, el mítico Michael Schumacher (91), que ayer compartió podio con él. "Ahora puedo decirlo: era impensable salir de Valencia con esta ventaja en el Mundial; ni al llegar el jueves y, mucho menos, tras la desilusión del sábado. Pero así es la F-1, hay tantas, tantas circunstancias que pueden cambiar las cosas que lo único que hay que hacer es pelear, pelear, pelear como hace Ferrari, como intento hacer yo, para que todas esas circunstancias se pongan de nuestro lado, como ha ocurrido hoy (por ayer), pues en el adelantamiento a Grosjean hubiese podido acabar en el muro y he acabado en lo alto del podio", decía.

Queda mucho por correr

"Esta victoria y, sobre todo, la forma en que se ha producido es una enorme inyección de moral para todos", valoró Alonso. "En ese sentido, coincido con Stefano (Domenicali, jefe deportivo de Ferrari): hay que ser humildes, falta mucho y solo se gana en el último gran premio de la temporadaO. De ahí que la foto triunfal con el equipo estuviese presidida ayer, como siempre, por la pizarra del muro en la que se podía leer ±tanta roba", que en castellano sería algo así como "formidable". Alonso suma 20 puntos más que Webber, 23 más que Hamilton y 26 más que Vettel, pero quedan 300 puntos.