Ronaldo acudió al rescate de Portugal. Lideró a su equipo, se peleó con los postes en dos ocasiones, pero terminó por cazar su presa. Su gol a solo 10 minutos del final en un buen remate de cabeza sirvió para meter en semifinales a los suyos (0-1), donde podría encontrarse con España, si vence a Francia. El triunfo de ayer le vale al equipo de Paulo Bento para superar el techo de los cuartos de final en la Eurocopa del 2008. Todo eso ante un rival que apenas metió el miedo en el cuerpo de los portugueses. Supo defenderse, pero careció de instinto asesino.

Empeñada en volver a dejar huella en el panorama europeo, Portugal se metió entre las cuatro primeras del torneo después de haber dejado muchas dudas en el primer choque ante Alemania. En ese encuentro apenas apareció Ronaldo, pero en dos envites, el líder de Portugal firmó tres tantos. El de ayer resultó decisivo y le sirve para empatar con Nuno Gomes como máximo goleador de Portugal en una Eurocopa. De paso, Cristiano no vio la amarilla que le hubiera dejado fuera de las semifinales. No es que no protestara, pero Webb, el colegiado inglés, prefirió mirar hacia otro lado.

Poco se pudo rescatar de una gris primera mitad de ambos equipos. El checo intentando despojarse de su papel de segundón y Portugal empeñada en volver a mostrar todos los complejos de su primer choque en el campeonato ante Alemania.

Por el césped apenas se veía a Cristiano Ronaldo, que solo lució en los primeros 45 minutos en un excelente control que cerró con un disparo con la derecha y que se estrelló en el palo (m. 45). El jugador madridista intentó rescatar de la vulgaridad a Portugal, pero no tuvo la efectividad que ante Holanda, frente a la que marcó dos tantos y fue elegido jugador del partido.

Sin el bastión de Cristiano, con Nani dejándose ver solo de manera intermitente y con la lesión muscular de Postiga, que fue sustituido por Hugo Almeida (m. 45), la primera mitad se convirtió en un muro para el combinado de Paulo Bento, un equipo nervioso y con problemas para general fútbol. Mucho más cómoda se le vio a la República Checa, pese a la ausencia de Rosicky.

Portugal metió una marcha más en el inicio de la segunda mitad. Meireles se puso al servicio de Ronaldo como asistente y el madridista tomó el mando. Volvió a encontrarse con el poste en un lanzamiento de falta desde fuera del área (m. 50).

Lo siguió intentando Portugal. Cech sacó una mano prodigiosa a un disparo de Moutinho (m. 64) en pleno acoso portugués. Pero nada pudo hacer el meta del Chelsea para detener un certero cabezazo de Ronaldo.