Jorge Lorenzo está calcando en las seis primeras carreras de este año, los resultados que, al final, le permitieron ser proclamado nuevo y flamante campeón del mundo de la máxima categoría en el 2010. Entonces, ganó en España, Francia e Inglaterra y quedó segundo en Catar e Italia. Ahora ha ganado en Catar, Francia, Catalunya e Inglaterra y ha quedado segundo en Jérez y Estoril. Más o menos (tres victorias, un segundo puesto y un cero) a lo logrado por Casey Stoner, el pasado año, cuando se proclamó campeón.

El español abandonó ayer Silverstone con 25 puntos (un triunfo) de ventaja sobre el campeón australiano y 39 punto más que Dani Pedrosa, cumplido ya el primer tercio del campeonato. ¿Considera que tiene ya muy encarado el título?, le preguntaron. "El título se celebra cuando se consigue, es decir, al final, solo al final. Estoy bien, cómodo sobre la moto, que va muy bien, piloto muy concentrado y la asociación Yamaha-Lorenzo es efectiva. Pero esto es deporte, estamos en una practica de riesgo y pueden ocurrir muchas cosas. En el 92, Mick Doohan era claro favorito, tenía mucha ventaja y, al final, Wayne Rianey se llevó el título. Ya ven". En efecto, tras el sexto gran premio del 92, Doohan aventajaba a Rainey por 45 puntos (110 a 65) y, al final, fue el norteamericano de Yamaha quien derrotó al australiano de Honda: 140 a 136. Lorenzo reconoció que había sufrido.