El Córdoba ya ha cumplido con su parte del trato. Igual que el Celta de Vigo. Incluso el Alcorcón arrancando un punto al Real Valladolid y cerrando el triángulo necesario. La última jornada de Liga, este fin de semana, permitirá a estos equipos que llevan las cuarenta y una restantes haciendo méritos y más méritos cumplir con sus objetivos --y sueños en algunos casos--. Con la cabeza bien alta. Ahora solo dependen de ellos. Cualquier duda sobre la honradez que pongan en juego en la última jornada no sería sino un ejercicio de hipocresía en un deporte año tras año, final de Liga tras final de Liga, manchado por la sombra de la duda. Esta vez no se trata de eso. Un empate en Balaídos le valdría al Córdoba para estar en el play-off de ascenso; un empate le serviría también al Celta, su rival, para estar la próxima temporada en Primera División, y un empate le bastaría al Alcorcón para acompañar a los blanquiverdes en la pelea por la tercera plaza de ascenso, que se jugarán también a cara de perro en la jornada final el Hércules de Mandiá y el Almería de Esteban Vigo.

Pero todo lo bien que lo lleva haciendo el equipo de Paco Jémez en las últimas cuarenta y una jornadas se refleja asimismo en que con una hipotética derrota también tendría opciones de estar la siguiente semana en los play-off de ascenso (ver gráfico). Solo aquellos que no cumplieron ayer con su parte del trato final se complicaron la vida. El Hércules, tras empatar en casa con el Xerez (2-2), y el Real Valladolid, al que le queda al menos el premio seguro de jugar la promoción de ascenso, y que ayer también empató en el campo del Alcorcón por el mismo resultado (2-2). Quien dejó anoche de hacer cábalas y tratos fue el Deportivo de la Coruña, después de imponerse al Huesca (2-1).