Michael Schumacher es el más laureado de los seis campeones que este maravilloso Mundial ha reunido en la pista. Y Schumi apareció a lo grande en Mónaco, el trazado más mítico, donde los pilotos brillan más que los coches. En el último suspiro atrapó una pole que dejó boquiabierto a todo el paddock . Y él, de 43 años, con siete títulos, 91 victorias y 68 poles, no se va a venir abajo por una sanción heredada de Barcelona que le retrasará cinco posiciones. "Digo lo mismo que antes de llegar, puedo ganar". Y si lo dice el Kaiser, mejor tenerlo en cuenta.

Se lo contó a Valentino Rossi en Le Mans hace una semana. "Puedo hacer la pole y ganar en Mónaco", le susurró en el box de Ducati. Ha cumplido la mitad de su palabra, y nadie se atreve a hacer un pronóstico sobre una carrera en la que Mark Webber y Nico Rosberg comparten la primera línea, con Lewis Hamilton y Romain Grosjean en la segunda y el Kaiser y Fernando Alonso en la tercera. No hay pronósticos que valgan en el campeonato de los cinco coches ganadores en cinco carreras, en el Mundial que viene de coronar a un casi novato como Pastor Maldonado en Barcelona, para rescatar al abuelo Schumi dos semanas después.

Button, Alonso y Vettel ya suman un triunfo; Hamilton suma dos poles, Kimi Raikkonen rozó el triunfo en las dos últimas carreras. Solo faltaba el sexto campeón por asomar, y lo ha hecho a lo grande. "Todo el mundo sabe que aquí el piloto cuenta un poco más que el coche, por eso estoy emocionado", dijo el alemán, que había conseguido su última pole en Francia-2006.

TREMENDA IGUALDAD "Estoy triste por él, por lograr una pole aquí después de tanto tiempo y no poder disfrutarla", explicó Alonso resumiendo el sentimiento de todo el paddock . En McLaren y Ferrari rompieron a aplaudir, como en casi todos los boxes. También en Lotus, donde el tetracampeón del mundo Alain Prost, que compartió pista con Schumi , sonrió pensando: "Quizá pueda regresar yo...." El francés aplaude "la igualdad tremenda de este año. Es espectacular para el aficionado, estupendo para los periodistas, pero para los ingenieros...".

Los chicos de los datos, van de cabeza. Nadie entiende por qué el líder, Sebastian Vettel, llegó in extremis a la Q-3 (arranca 10º) y su compañero, Webber, parte desde la pole . Cómo explicar que Hamilton salga desde la segunda línea y Button, con el mismo McLaren, no pasara de la 13 plaza. Cuál es la razón por la que Felipe Massa, perdido desde el año pasado, rueda de repente en los tiempos de Alonso justo en el trazado que exige más confianza.

MUY RARO Y lo mejor de todo es que Checo Pérez habría estado en la lucha por la pole de no ser por una avería en una rueda que le llevó contra las vallas. "Todo es muy raro, difícil de explicar. Solo sé que llegué a la Q-3 y sentí el coche muy bien, pero eso no importa: fue el día de Michael", confirma Webber, consciente de que la lotería de Montecarlo, su rica ruleta, sus guardarraíles, aún no han empezado a intervenir en este Mundial. Schumacher los esperar ansioso.