El español Joaquím Rodríguez, del Katusha, se impuso en la 17 etapa del Giro de Italia, disputada entre la localidad austriaca de Falzes y la italiana de Cortina d'Ampezzo sobre 186 kilómetros, y mantuvo con menos problemas de los esperados la maglia rosa.

El corredor catalán afrontaba el primer gran examen dolomítico, con una jornada muy montañosa y con el peligroso Passo Giau a poco de la meta. Sin embargo salvó con facilidad un día donde sólo el Liquigas y el canadiense Ryder Hesjedal mostraron algo de ambición para inquietar al de Paret del Vallés.

Así, Purito, al que se le vio bien y sin aparentes dificultades, aguantó en el grupo definitivo, el que la formación de Iván Basso se encargó de seleccionar y saboreó su segunda victoria en la carrera, dedicada de forma emotiva a Xavi Tondo, cuyo aniversario de su trágico fallecimiento se cumplía en esta jornada.

Por el contrario, el peor parado fue el checo Roman Kreuziger, quinto clasificado, que perdió el paso en el Forcella Staulanza y se despidió de sus opciones de podio.

Y es que el checo, como la gran parte del gran grupo, no pudo aguantar el infernal ritmo que Basso ordenó a sus compañeros de equipo.

Mientras, el de Paret del Vallés, cuya victoria no iba acompañada de bonificación, logró su segundo triunfo, el cuarto para el ciclismo español en esta edición, el cien en toda la historia, y el segundo consecutivo tras el del martes de Ion Izagirre (Euskaltel).

Hoy se correrá una etapa llana de transición antes de encarar el tramo final de la prueba con Iván Basso con ganas de plantar batalla.