"Todavía no sé por qué me he caído". "Iba bien, forzaba nada, nada, nada y ¡zas!, de pronto, me he visto en el suelo". "Controlaba el gas con mucho tacto pero mira, he acabado tumbado en el asfalto". "Juro que iba seguro, ni deprisa ni despacio, a lo mío y he terminado en la arena". Lo cuenta Maverick Viñales, que se cayó cuando era líder del Gran Premio de Francia de Moto3. Lo explica Héctor Faubel, que rodó por los suelos cuando podía lograr su novena victoria mundialista. Lo asegura Luis Salom, que también perseguía el podio y el liderato del Mundial. Lo afirma el portugués Miguel Oliveira, pupilo de Emilio Alzamora, que suele volar sobre el agua.

La carrera de los pequeños, de los más júniors, fue por eliminación. Casi fue un sorteo entre banderas, bajo el agua, sobre el cristal del mítico y popular trazado de Le Mans. Se cayeron más de la mitad de los pilotos que salieron (partieron 33 y llegaron 15). Y, claro, todos en los puntos. Hasta el pícaro y veterano alemán Sandro Cortese, que se ha afianzado en el liderato del campeonato, corrió como si estuviese en un entrenamiento, entre abuelos, entre exalumnos y, aun con eso, también se cayó, pero entró sexto. Ganó, cómo no, un local. Louis Rossi, de ilustre apellido. Este Rossi francés, de 22 años, no había acariciado el podio en su vida. Lo mejor: un noveno puesto. Estaba como loco. Y el público, claro, le acompañó en su fiesta.

Pero para fiesta, la de Alex Rins, el amigo y colega de los Márquez (más del pequeño Alex que de Marc, pero coleguillas de equipo, de correrías, de campeonato de España, de viajes). Tras ganar el campeonato de España y dar el salto, con 16 años (hoy no irá al cole porque tiene que ir a ver al doctor Javier Mir a la Dexeus, pues el sábado se aplastó el meñique derecho), Rins obtuvo ayer, en su cuarta carrera en el Mundial, su primer podio. Enorme marca. Cerca del récord. "No se lo cree ni mi padre", explica Rins. "Lo que no le he explicado es que en la séptima vuelta me he llevado un susto de narices y me he dicho: aquí me paro, me quedo aquí. Pero no, me he animado y mira, podio".

Junto a él anda Alberto Moncayo, de 22 años, que en su carrera número 42 sumó su segundo podio. "¿El truco de correr en agua? Sencillo: agarrarte bien a la moto, solo pensar en la pista y marcarte un buen ritmo. Y sí, es verdad que ha sido una carrera por eliminación y con suerte, pero ¡ojito!, la suerte es para los que se la trabajan: si se caen los otros y tú vas el porras, no subes al podio". Entendido, ¿no? Así son los nuevos que suben.