Uno a uno, el presidente del Córdoba fue reclutando a gente, instándoles a que cogieran una copa de vino para brindar. Habían acabado los discursos, los vídeos cargados de emoción y las felicitaciones. Más de diez segundos de aplausos tras cinco minutos de palabras. Fue escueto Carlos González tras el atril, desde donde no se cansó de dar las gracias. Todo acabó en ese brindis por el futuro del Córdoba y con un deseo guerrero. "En unas horas salen para conquistar Gerona", dijo, refiriéndose a los jugadores blanquiverdes. "Si sacan un buen resultado estaremos cerca de un sueño que nadie había pensado, sino algún loco este verano".

La trayectoria deportiva ha ayudado, y mucho, a que se creara el clima de distensión y alegría que se vivió ayer en El Arcángel, a mediodía, cuando ya se conocía que el 75% de los acreedores habían firmado el convenio que sacaba al club del concurso de acreedores. "Jamás en el fútbol un equipo había reunido tantas adhesiones --se enorgulleció el máximo mandatario--, con lo cual damos las gracias a nuestros acreedores por creer en nuestro proyecto, por habernos dado su confianza. Y esto es porque el Córdoba ahora mismo es fiable. Nunca ha dejado de serlo, pero ahora mismo es más fiable que antes; tanto en el tema deportivo como en el económico".

González recalcó que el convenio había sido "elogiado" tanto por "las entidades deportivas, como por las instituciones", a la vez que lamentó la ausencia del alcalde, José Antonio Nieto. "Le hubiera hecho mucha ilusión. Por él y para él esta gran felicitación también. El convenio gracias a él ha sido más creíble".

TANTAS NOCHES... El discurso del presidente estuvo cargado de emoción. Y de recuerdos. Con algo incluso de nostalgia recordó cómo se fue fraguando el convenio. "Vaya noches que nos hemos pasado, ¡eh Daniel!" --guiñó a Pastor, uno de los administradores--; en Madrid, en Málaga, en Córdoba... muchas reuniones viendo la viabilidad del proyecto. Gracias No ha sido fácil".

Con orgullo también recordó la situación del club al llegar: "Poco viable, poca capacidad económica, poca credibilidad en el mundo del fútbol y todo eso se ha revertido por una cuestión económica y deportiva".

Por eso, porque después de tantos años hay luz en el Córdoba, a González le brillaban los ojos. "Gracias, gracias, gracias. Les invito a todos a disfrutar".