La ecuación mantiene la fórmula correcta. Buen juego unido a precios asequibles es señal de gran entrada en El Arcángel. Mañana, se registrará la mejor de toda la temporada en Liga y es probable que se acerque a la cifra de Copa, ante el Espanyol, cuando se rozaron los 20.000 espectadores. Ya se han vendido 5.479 entradas. "Es un partido muy bonito para todos los cordobeses", dijo ayer Paco Jémez. "Se están dando cuenta de la importancia que tiene cada partido, pero sobre todo este porque es ante un rival directo. Ojalá que la gente se anime y disfrute con nosotros".

La hinchada ya sabe lo que se va a encontrar. "Intentaremos corresponderle con buen juego y con victoria si puede ser". Porque lejos de ser una presión, los partidos en El Arcángel son una fiesta. "Es muy bonito jugar partido como el de Riazor, el del Espanyol o el de Huesca- Son muy motivantes. El hecho de saber que seguramente haya la mejor entrada en Liga nos motiva y nos obliga para saber que a esa gente que viene hay que darle algo, que no vienen a pasar la tarde. Bueno, vienen a pasar la tarde, pero a pasárselo bien, a ver jugar a su equipo, así que para nosotros es una obligación que los que han venido y los que van a pagar se lleven algo a cambio. Hasta ahora el equipo ha respondido y tenemos que seguir sintiéndonos obligados con la gente que viene a vernos".

El técnico, finalmente, no contará con Gaspar. "No había necesidad de arriesgar. Además, ha sido inteligente al decir que ni al 90 por cien estaría para jugar porque sabe que no es suficiente para estar a la altura del resto".

CON LA MORAL ALTA El Córdoba iniciará el envite con la moral reforzada tras su último partido, en el campo del líder. "Les dije que hay veces que pierdes un partido, pero ganas. Y en Riazor no logramos los tres puntos, pero logramos muchas cosas. Ganamos no solo elogios, sino confianza, imagen de cara al resto de equipos, prestigio; dejamos de ganar solo y exclusivamente los tres puntos, pero jugando, peleando y corriendo así lo normal es que ganemos más partidos de los que perdamos".

Jémez luce su orgullo. "Hacía tiempo que no disfrutaba tanto en un banquillo, a pesar de ir perdiendo. Estaba triste por la derrota, pero más alegre por otras cosas.

Riazor es pasado. Mañana llega el Hércules, que está un punto por encima de los blanquiverdes. "Es importante, pero no quiero que la gente se obsesione. Tenemos que salir con esa aparente despreocupación con el resultado. Quiero ver un equipo como el que vi en Riazor: que sale a jugar, a correr, a disfrutar, a pasárselo bien, a intentar que su afición se sienta orgullosa".

Cuando acabó la comparecencia, Jémez, de punta en blanco, se marchó al acto del 50 aniversario del ascenso a Primera con un deseo. "Ojalá uno de los momentos más importantes esté aún por venir".