En el Hércules se habla más de lo extradeportivo que del domingo. El supuesto amaño ante el Real Unión no es algo nuevo, pero deja tocado a todo el mundo.

En lo deportivo, el objetivo principal era la permanencia, sin renunciar a nada, porque hubo dificultades para confeccionar la plantilla. El tipo de juego no acaba de enganchar a la gente.

El equipo ganó mucho al principio y las expectativas se dispararon, aunque el juego no era muy bueno. Y no es lo mismo ser regular que haber llegado a tener siete puntos respecto al segundo. El Hércules es capaz de lo mejor y de lo peor.

La plantilla es corta y se fastidia cuando falta gente. A Mandía le pitaron por primera vez el pasado domingo. Es su tercera etapa y la gente tiene menos paciencia. Creo que pocos se creen que pueda subir, pero todos estarían más tanquilos si el equipo intentara hacer algo diferente, como por ejemplo una base para el futuro. Pero juega como si necesitara los puntos, sin más, cuando el objetivo no es subir.