Para medir el desastre técnico en el que se encuentra Ferrari, solo hace falta reparar en la calificación que mereció el quinto puesto de Fernando Alonso, un aspirante al título. Stefano Domenicali dijo que era un resultado "positivo", simplemente porque las expectativas del equipo eran mucho peores.

Las simulaciones del equipo, realizadas en las horas previas a la carrera de Melbourne, daban como mejor resultado una novena posición. La situación es dramática y a Ferrari no le queda otra que acelerar el programa de desarrollo del nuevo chasis de su nuevo F2012B.

"Tanto Stefano Domenicali como Pat Fry, los dos máximos responsables técnicos del equipo, están viajando de vuelta a Maranello. Necesitamos acelerar el desarrollo del nuevo monoplaza, no hay tiempo que perder", ha informado un portavoz de Ferrari, el día en el que todos los equipos ponen rumbo a Malasia, donde este fin de semana se celebra la segunda carrera de la temporada.

El abandono de Massa

Albert Park, el precioso trazado urbano australiano, confirmó que Ferrari se encuentra inmerso, no en la pelea por el podio, sino en la lucha con la escudería de la clase media como Williams. "Sabíamos que el coche que teníamos no era el que queríamos para empezar la temporada", dijo Domenicali una vez acabada la prueba, que se ha convertido en el peor debut de la Scudería desde el 2009.

"Debemos trabajar muy duro, eso seguro", añadió Fry, coincidiendo plenamente con las palabras de Alonso al término de la prueba que abría el Mundial. "El problema no es solo de velocidad punta". tenemos que mejorar en todo, en todo", dijo el piloto español.

Solo la soberbia actuación de Alonso enmascaró parte del desastre, pero el asturiano ha sido el primero en reconocer la inferioridad técnica. "Probablemente estamos un segundo por detrás de la pole y hay siete u ocho equipos que están muy cerca los unos de los otros", dijo el asturiano, para escenificar la lucha con Williams, Force India o Toro Rosso, todos ellos por detrás de McLaren, Red Bull, Mercedes, Sauber y Lotus.

Alonso pudo batir a algunos de ellos por su inmensa calidad y decisión (las pasó moradas para contener al Williams de Pastor Maldonado al final) pero su compañero Felipe Massa sucumbió hasta abandonar por un encontronazo con su compatriota Bruno Senna, con el otro Williams.