En efecto, la F-1 ha cambiado radicalmente, al menos por lo que hace referencia a la calificación de los sábados. El bicampeón alemán Sebastian Vettel, que el pasado año logró hasta 15 pole positions, con una facilidad asombrosa, ha sido relegado hoy, en Melbourne (Australia), al último puesto de la tercera fila (sexto), incluso por detrás de su veterano compañero, el australiano Mark Webber. Un espectacular Lewis Hamilton demostró el poder de los McLaren-Mercedes y sumó su pole número 20, igualando a Fernando Alonso, que sufrió una salida de pista en la segunda tanda de calificación y deberá de arrancar desde la posición 12 de la parrilla. McLaren, además, completó el primer doblete de la temporada ya que el veterano Jenson Button se colocó en segunda posición.

Melbourne ha demostrado esta mañana que el Mundial-2012 promete, al menos en su arranque, grandes emociones. Al poderio de los McLaren se sumó las buenas maneras de los Mercedes (Michael Schumacher partirá desde la cuarta posición), el siempre competitivo, como no, comportamiento de los Red Bull y la sorpresa de ver al francés Romain Grosjean, un joven de 25 años, con su Lotus liderando la segunda línea de salida, muy, muy por delante del excampeón Kimi Raikkonen, compañero de Grosjean en Lotus, que fue eliminado en la primera sesión.

Alonso (Ferrari, 1.26.497), que hizo, como ya es habitual en él, mucho mejor tiempo que su compañero de equipo (exactamente un segundo más ràpido), se salió de la pista y enterró su F2012 en la tierra al pisar una parte de hierba al final de una de las pequeñas rectas de Melbourne, desequilibrar su monoplaza y ya no poder rectificar. La matinal en Melbourne no fue muy española pues Pedro De la Rosa ni siquiera pudo clasificar su HRT para la carrera de mañana y, con toda seguridad, no tomará la salida. El veterano piloto catalán paró el crono en 1.33.495, mucho mejor tiempo que su compañero indio Narain Karthikeyan, pero insuficiente para poder participar en el primer GP del año.