Primera oportunidad para que el sueño se alargue hasta la última noche del próximo mes de junio. El Córdoba abre hoy la jornada que da el pistoletazo de salida al último tercio de competición en la ciudad deportiva del Villarreal, en Miralcamp, con la intención no solo de mantener el ritmo de las últimas jornadas, en las que ha conseguido el pleno, nueve puntos sobre otros tantos disputados, sino además meter presión a la zona noble de la tabla clasificatoria, en la que todos estaban llamados en un principio a estar ahí y en la que los de Paco Jémez se han metido por méritos propios, generando una tensión en más de uno que, en caso de victoria ante el filial villarrealense, aumentaría de manera exponencial.

El técnico blanquiverde, con el sueño final marcado en el horizonte, ha invitado esta semana a disfrutar en lo que resta de competición liguera, a pesar de que una vez más tiene numerosas bajas. De hecho, anoche llegaba a la localidad castellonense con los 19 futbolistas que tiene disponibles, incluido Charles, que regresa a una convocatoria mes y medio después de la acción de kick-boxing extremo del ilicitano Edu Albacar, ahora lesionado por al menos tres semanas. Jémez, por tanto, deberá descartar a uno de los pasajeros para el encuentro de esta noche y no está demasiado claro quién puede ser. Por un lado, todo indica que el preparador cordobesista va a repetir esquema y no jugará con dos delanteros natos, a pesar de la llegada del brasileño. Su duda principal estriba en la banda, ya que López Silva tiene todas las papeletas para hacer de enganche de nuevo. El canterano Fede Vico y el cedido por el Lorient Sebastián Dubarbier pelean por un sitio en el centro del campo, en el que repetirán Borja, López Garai y Hervás. En el centro de la defensa, Jémez ya dejó entrever la pareja Tena-Ximo como sustituta de la tradicional Gaspar-David Prieto, rota por lesión (el primero) y sanción (el segundo).

Enfrente, un filial del submarino amarillo que anda remozándose sobre la marcha tras la llegada de Julio Velázquez, que podría incluir algún jugador del tercer equipo con la intención de sumar su cuarta victoria consecutiva en Liga, igualando así el mejor registro de los cachorros villarrealenses, que cargan además con la responsabilidad de mantener al segundo equipo en la categoría de plata del fútbol español.

El objetivo de unos y otros para el duelo de esta noche es claro: intentar por todos los medios mantener la posesión del esférico y confiar en la calidad individual y colectiva que atesora cada uno. Se enfrentan dos escuadras con clase. Dos rachas inmaculadas en las tres últimas semanas. El Córdoba quiere su sueño.