Sorprendió verle de inicio en el banquillo, con la sudadera puesta. Quizá ahí es más fácil acumular rabia, tal y como se estaba poniendo el partido. Por eso celebró su gol con tanto entusiasmo. "Es otro gol que necesitaba", reconoció Patiño. ¿El más importante como cordobesista?, le preguntaron. "Creo que sí es el más importante, aunque el de Huesca también sirvió para conseguir los tres puntos", recordó.

El delantero estuvo, además, muy diplomático respecto a su suplencia. "Nadie se lo toma a mal, es competencia sana y hay que apoyar a tope al compañero que juegue; al equipo le viene muy bien porque solo con once jugadores no llegamos hasta el final, así que el míster acierta con las rotaciones", concluyó.