El Real Madrid venció por 90-72 al Gran Canaria, aunque tuvo que ganarles dos veces ya que desperdició ventajas de hasta veinte puntos y en el tercer cuarto tuvo que remar, de nuevo, buscando la victoria.

Un 7-0 de inicio marcó por completo el partido. La superioridad física en todos y cada uno de los emparejamientos hizo que el Gran Canaria se sintiera inferior y que no diera sensación de peligro en ningún momento. En los últimos minutos, el Madrid puso unos mínimos de actitud en defensa y ataque, para evitar problemas, y fue suficiente para certificar el triunfo.