Ver al Manchester United a estas alturas de temporada jugando la Europa League causa una extraña sensación. Después de sumar dos finales y un título en las cuatro últimas temporadas, el equipo de Alex Ferguson fracasó en la fase de grupos de este edición. A los diablos rojos les quedó el consuelo de ver cómo sus vecinos del City se hundían en el mismo barco. Fue el primer episodio de la debacle inglesa, que continúa en los octavos. El Arsenal fue humillado en Milán (4-0) y el Chelsea hizo un partido mediocre en Nápoles (3-1). Ese gol de Mata deja una mínima esperanza para evitar el desastre británico total. Desde 1996, la Premier siempre ha tenido al menos un representante en los cuartos de final de la Champions. Aquel año, los ocho clubs que llegaron a la penúltima ronda fueron el Madrid, el Ajax, el Dortmund, el Spartak de Moscú, el Nantes, el Legia, el Panathinaikos y la Juventus, que ganó el título.

Con el United como gran clásico del torneo, los ingleses han destacado siempre entre los mejores. El año pasado, por ejemplo, el Tottenham, el Chelsea y los diablos rojos estuvieron en los cuartos. La mejor muestra de su poder se dio en el 2008, con cuatro cuartofinalistas, tres semifinalistas y una final inglesa, en la que el United se impuso al Chelsea en los penaltis.

Ese dominio está ahora en entredicho, aunque es difícil encontrar una explicación. Es evidente que el Barça y el Madrid están muy por encima del resto, pero las plantillas de equipos como el United, el City y el Chelsea están, seguro, entre las ocho mejores del continente. Los blues son los únicos que pueden evitar la debacle total, ya que el Arsenal necesita un milagro en Londres para eliminar al Milan.

"La crisis continúa. Nuestro viaje a la nada parece no tener fin. Estamos muy dolidos", dijo Petr Cech, meta del Chelsea, tras la derrota en Nápoles. Aunque un 3-1 es un resultado remontable, solo tres equipos han logrado levantar dos goles en contra en la Champions desde que se implantó el nuevo formato en 1992. "Seremos el cuarto", dijo André Villas-Boas, en la cuerda floja tras una pésima temporada.

Roman Abramovich ya está harto del técnico luso y Rafa Benítez es su objetivo. El sueño del multimillonario ruso de ganar una Champions vuelve a tambalearse. En Nápoles, el técnico luso dejó fuera del equipo titular a Lampard, Ashley Cole, Torres y Essien. Y apostó por el defensa inglés Gary Cahill, que naufragó.

El papel de la Premier en la Liga Europa tampoco ha sido glorioso. El Tottenham, el Birmingham y el Fulham cayeron en la fase de grupos. Y el Stoke City seguramente será eliminado hoy por el Valencia. Solo quedan el United y el City, que purgan sus penas en un torneo impropio de ellos mientras luchan por el título en su país. El cuadro de Ferguson ya venció al Ajax y el bloque de Mancini selló ayer el pase a los octavos tras arrollar al Oporto (4-0).

Además, los problemas se le acumulan a los inventores del fútbol, salpicados también por los escándalos de racismo.