Otro día para los reencuentros. En este caso de tres jugadores, hoy rojillos, que en algún momento vistieron la elástica blanquiverde. Juan José Expósito Juanjo llegó avalado por un recién llegado Lucas Alcaraz, que le conocía de su etapa en el Racing de Santander. El espigado delantero ofreció buenas sensaciones en cuanto a entrega y sacrificio, pero el sistema del técnico granadino le hizo pagar un peaje. Al término de aquella campaña, la 2009/10, el cántabro solo había anotado un solo gol en Liga. De ahí se fue al Salamanca, en donde volvió a ofrecer ese mismo buen trabajo, pero insuficiente, ya que los castellanos están hoy en Segunda B. No fue inconveniente para que el Numancia apostara por él, firmándole un contrato de dos años. Ya lleva seis goles.

Natalio Lorenzo llegó al Córdoba en el mercado invernal de la 2008/09, en donde tuvo como técnico a Juan Luna Eslava. El valenciano, cedido por el Almería, ya había anotado seis goles con el Cádiz en una operación parecida una temporada antes. Pero a orillas del Guadalquivir no hubo manera. Apenas dos goles, en una línea de actuación que pasó de protagonista a mero figurante. Tras una buena temporada en el Murcia, el año pasado en Tenerife fue uno de los protagonistas del descenso de los chicharreros. Hoy, en el Numancia, ya lleva tres golitos.

Finalmente, Iñigo Díaz de Cerio. Unos meses como blanquiverde. Un gol en Liga y dos en Copa. Y una llamada del Athletic, de Joaquín Caparrós, que lo utilizaría 38 minutos desde diciembre hasta junio. Una de las cesiones más costosas que se recuerdan en las oficinas de El Arcángel. Hoy intenta hacerse un hueco en el once titular y ha anotado dos goles.

Tres delanteros que llegaron al Guadalquivir con más o menos nombre de goleadores. Tres puntas que pasaron con más pena que gloria. Hoy en día, el máximo goleador blanquiverde es Borja García, centrocampista. Lleva 10 goles. Uno menos de lo que suman los tres ex blanquiverdes, que no tuvieron fortuna en El Arcángel.