Rafa Reyes: "Le hablo tanto que a veces dirá: 'este es un pesao'"

LUGAR DE NACIMIENTO CORDOBA

TRAYECTORIA HA ACTUADO COMO AYUDANTE DE PACO JEMEZ EN EL CARTAGENA, LAS PALMAS Y CORDOBA

TEMPORADAS EN EL CORDOBA 1

PALMARES ASCENSO A SEGUNDA DIVISION A CON EL CARTAGENA

Es fácil ver todas las mañanas a un hombre con el chándal del Córdoba corriendo por la carretera que va de la ciudad deportiva al estadio. Es Rafa Reyes, un amante del fútbol que lleva ya tres años al lado de Jémez.

--Así que se vuelve de los entrenos corriendo.

--Sí, nos gusta hacerlo (él y Jorge, el técnico de porteros) para que el organismo no se acomode y estar en forma. Tenemos esa pequeña rutina siempre que el tiempo nos lo permite.

--¿Cuánto por kilómetro?

--Unos cuatro minutos, pero depende de la distancia. No podemos aguantar mucho más de seis kilómetros a ese ritmo.

--¿Qué tal en Córdoba?

--Imagine. Esto para mi es un sueño, poder entrenar al equipo de tu ciudad al máximo nivel... Para colmo el año está saliendo a pedir de boca.

--¿Desde cuándo viene su relación con Paco Jémez?

--Desde tiempos inmemoriales. Nos conocemos desde que éramos pequeñitos; éramos amigos porque los dos somos de Fátima y empezamos juntos a darle patadas al balón en el barrio. El tenía mejores dotes futbolísticas y yo me decanté por los estudios, hice mi carrera --Graduado Social-- y me saqué oposiciones. Más tarde me saqué los tres niveles de técnico.

--¿Le gustaría dirigir un banquillo?

--La verdad que no me lo planteo. Mientras esté cómodo y mi trabajo sea útil y reconocido no tengo prisa ni necesidad de ser primer entrenador.

--¿Qué siente en común con Paco para ir de la mano?

--El gusto por el fútbol, la pasión por este deporte y una gran afinidad. Tú ves que con esa persona tienes plena confianza, que no te va a fallar, que lo puedes tener siempre a tu lado, que te va a responder...

--¿Hablan mucho?

--En el entrenamiento estamos todo el rato hablando y él muchas veces creo que puede pensar: este es un pesao de la leche. Tiene una paciencia extrema conmigo.

--¿En qué han evolucionado?

--El es un entrenador completamente diferente a su primera etapa. Ha evolucionado para bien, tanto en el aspecto emocional como en el psicológico y profesional. Es muchísimo mejor entrenador que antes.

--¿Son muy diferentes los tres vestuarios que han tenido?

--Sí, sí, En Las Palmas y Cartagena también estaban unidos, pero no era esa comunión y esa unión que existe aquí. Aquí se ve que es diferente, esa relación, esa amistad, ese buen rollo. Y eso se ve reflejado en el terreno de juego. Las bromas entre ellos, cómo se toleran, cómo se conocen, cómo saben unos lo que les gusta a otros...

--¿Un técnico puede ser amigo del jugador o no debe?

--Hombre... si sabemos distinguir se puede dar. Yo me puedo ir a comer con un jugador, pero eso no puede implicar que él presuponga que cuando estemos entrenando yo le voy a tratar como a un amigo. Yo tengo un rol y él otro. Si cuando acaba el entrenamiento la simbiosis entre los dos es buena, no veo por qué no puede haber amistad.

--¿Por qué este año va tan bien el Córdoba?

--Es un cúmulo de cosas. Muchos poquitos hacen mucho. Motivación, ilusión, dinámica positiva, un grupo fuerte...

--¿Usted echa broncas?

--No, no soy de broncas. Soy más de orientar. Si Paco se altera no debo ser yo el que eche más leña al fuego para que ya termine de arder la casa. Soy el que tiene que estar con la manguera para no avivar el fuego.

--¿Alguien que le haya sorprendido que no conociera?

--A Patiño no le había visto nunca jugar. Me ha sorprendido muy gratamente. Tiene unos movimientos impresionantes, fantásticos.

--Bueno, ¿se va a casa ahora corriendo?

--No, como hemos entrenado antes me he venido en coche. Pero normalmente me voy andando. Me gusta caminar para despejarme, aunque no paro de darle vueltas al contador.

--En casa le van a decir que pare de una vez.

--Ayer hizo mi mujer un comentario muy acertado. Estaba yo viendo el Real Sociedad--Sevilla y le dijo a mi hija pequeña: "María, la tele está rota". Y ella dice: "Mamá, ¿cómo que está rota?". "Sí, porque en esta tele no hay nada más que fútbol".

--¿Cuántas hijas tiene?

--Dos niñas. Marta tiene 15 años y María 12.

--¿Van al estadio?

--¡Sí, claro! Son seguidoras del Córdoba y les encanta el fútbol. Y entienden que no se lo puede imaginar. Pregúntele a la mayor lo que quiera, ¡se lo sabe todo!