LA CRISIS económica cayó de pleno en el mercado invernal europeo de fichajes, con operaciones de escaso calado en cifras y en renombre, con el ítalo-brasileño Thiago Motta y el chileno Eduardo Vargas como protagonistas. En Italia, los jugadores latinos alegraron las contrataciones, con Thiago Motta como estrella con su traspaso del Inter al París SG por 10 millones de euros. Vargas jugará con el argentino Lavezzi y el artillero uruguayo Cavani, en una operación por la que el Nápoles desembolsó unos 11 millones.