La selección española se quedó a las puertas de la final del Europeo tras caer ante Dinamarca (25--24) en una semifinal en la que, pese al carácter irreductible que mostró siempre, pagó su falta de acierto en la primera mitad. Fallos que no impidieron que España llegase a los últimos segundos con la opción de forzar la prórroga, pero el último tiro de Cristian Ugalde, posiblemente desviado por la falta del defensor danés, no entró, lo que impidió a España entrar en una final, de la que, por segunda vez sucesiva, se queda a un solo peldaño.

Ni el carácter ni el orgullo que demostró España en la segunda mitad bastó para compensar el atasco de un primer tiempo, que no empezó mal.

Parapetada en un intenso 5-1, el combinado español fue capaz de enmarañar el juego ofensivo danés, que de inicio echó de menos a los lesionados Michael Knudsen y Jesper Noddesbo. Falta de ideas Dinamarca, España llegó a ganar por 7--3, una renta que Dinamarca redujo a base de velocidad. Así, en apenas cinco minutos, Dinamarca acortó las distancias hasta situarse a tan solo un gol (9-10). La remontada la culminó con un nuevo parcial de 3-0 que dejó el marcador en un 12-10.

Ya en la segunda parte, Dinamarca se puso con un claro 17--12. España apeló entonces a lo intangible, al carácter, al orgullo para tratar de mantenerse con vida en el partido. Orgullo que demostró más que nadie el lateral Jorge Maqueda, que con tres goles casi consecutivos metió a España (18--17) en el encuentro. Varias paradas de Sierra propiciaron un empate a 19 inútil, pues un parcial de 0--3 (19--22) dejó a España tan lejos del triunfo que ya no tuvo otra vez tiempo para empatar. Ahora, a por el bronce.