De nuevo, José Mourinho sacó su discurso irónico y sarcástico para ensombrecer la clasificación del Barcelona. Esta vez no quiso pronunciarse directamente sobre el árbitro. Se refugió en los comentarios de sus jugadores para lanzar una velada acusación. "He oído en el vestuario que es imposible ganar aquí", deslizó el técnico luso, que no quiso comentar los ataques de sus jugadores al colegiado Teixeira Vitienes. Iker Casillas despidió al árbitro gritándole "vete con ellos de fiesta, vete a celebrarlo, tanta polla, tan mierda". "No he escuchado nada, pregunten a ellos si saben de quien ha sido la voz", zanjó Mou.

Mourinho se mostró orgulloso del partido de sus hombres, pero no quiso reconocer sus errores en el planteamiento de la ida. "No", respondió con rotundidad a la pregunta. Tampoco se explayó demasiado sobre si la versión de su equipo de ayer es la mejor posible del Madrid. "No lo sé". El luso no estaba muy dispuesto a dar detalles. Pero se empeñó en sembrar las dudas sobre la clasificación de los azulgranas. "Si Pep nos felicitó en la Copa fue porque vio un partido normal, sin cosas extrañas. Yo le felicito por la victoria de la semana pasada con total merecimiento". Del partido de ayer prefirió pasar por alto.

Trato de favor arbitral

Cuestionado sobre si estaba insinuando un trato arbitral favorable al Barça, volvió a retar a los medios. "Yo no insinúo nada. Vosotros entendéis de fútbol, yo menos. Aunque no leo mucho ni escucho radio y televisión, esperaré a ver vuestros análisis", apuntó el técnico, que empezó su comparecencia con una frase surrealista teniendo en cuenta su trayectoria: "No hablo del árbitro". El míster destacó la ilusión y motivación de su equipo. "Cuando no se juega bien, necesitas mucho tiempo para cambiar. Esta vez se hizo corto. Solo hablé un minuto con mis hombres. Tuvimos cinco grandes ocasiones en el primer tiempo sin hablar de otras cosas", añadió Mourinho, que se mordió la lengua.