Medio año después, Paco Jémez ha logrado la cuadratura del círculo: poner de acuerdo al cordobesismo en torno a un nuevo proyecto --y muy complicado por sus condicionantes personales e históricos; también el propio proyecto-- y aunarlo en una arriesgada apuesta por el fútbol de calidad que no cuajó, precisamente, en su anterior etapa.

Este Paco que va a renovar por dos temporadas no solo ha crecido en lo personal, en el manejo psicológico de su entorno (directiva, plantilla, medios...), siempre con la apreciable ayuda de su segundo Rafael Reyes, sino también en todos los registros futbolísticos que lo han convertido en un fenómeno a seguir en Córdoba, en particular, y en el fútbol español, donde tampoco ha pasado desapercibido en la mitad del actual curso liguero. Para muestra, el sondeo que avanzamos en este periódico.

La apuesta por el técnico cordobés del presidente Carlos González, que tanta controversia provocó a su llegada, ha resultado ya, a falta de toda una larga segunda vuelta, un éxito rotundo. Desde que manifestó que Paco estaría en el club el tiempo que él quisiera, pasando por su respuesta de fidelidad recíproca hasta ahora, todo han sido pasos encaminados a prolongar esta simbiosis perfecta. Al resto, los que disfrutamos de esta etapa, solo nos queda felicitarlos y desearles que prosigan los mismos éxitos deportivos.