El día en el que el diario Marca desveló un agrio enfrentamiento entre José Mourinho y sus capitanes Iker Casillas y Sergio Ramos, el técnico portugués fue silbado por una parte de su afición, entregó el mando al grupo de españoles y le respondieron con un triunfo al Athletic Club de Bilbao, en un vistoso partido que remontaron (4-1). Fueron señalados tras el Clásico y respondieron a Mourinho en Valdebebas. "La culpa no es de Altintop ni Carvalho. Y Cristiano ha sido el mejor. Jugadores que siempre están bien hoy han fallado", aseguró el técnico portugués en la sala de prensa tras un nuevo batacazo ante el gran rival, el Barcelona. Iker Casillas, Sergio Ramos y Xabi Alonso se sentían señalados públicamente.

El vestuario del Real Madrid está unido pero siempre han existido grupos. Uno más afín a Mourinho, que comulga con todo lo que hace su entrenador. El segundo, formado por los españoles y la mayoría de ellos campeones del mundo, han mostrado en varias ocasiones su desacuerdo con acciones de su técnico.

Ocurrió con el dedo en el ojo a Tito Vilanova y con situaciones domésticas del día a día. La puerta del despacho de Mourinho siempre está abierta para sus jugadores y la iniciativa la aprovechan más que nadie Casillas y Sergio Ramos. Las explicaciones y los reproches son habituales en una relación amor-odio con el portugués.

Con todas las miradas dirigidas a ellos Mourinho pasó de apostar por su escuadrón en el clásico copero ante el Barcelona a realizar seis cambios en el once y el dibujo táctico. A la plantilla no le gustó su apuesta defensiva en el Bernabéu.