Rafael Nadal se ha impuesto en el duelo español de octavos de final del Abierto de Australia tras superar a Feliciano López por 6-4, 6-4 y 6-2, en una jornada que ha estado marcada por el intenso calor tras varios días nublados en Melbourne. Feliciano no ha tenido en ningún momento opciones de victoria y Nadal tampoco ha desplegado un tenis fluido en un partido por momentos trabado. Ambos se conocen demasiado bien, han entrenado infinidad de veces juntos y, ademá,s éste suponía su 11º enfrentamiento en el circuito.

La agresividad era la principal baza de Feliciano para poner las cosas difíciles a Nadal pero no ha encontrado un patrón de juego continuado que le diera alguna oportunidad. El balear ha cometido muy pocos errores, ha impuesto el ritmo con su derecha, y ga aprovechado los 52 fallos no forzados de su rival para resolver de nuevo su compromiso en tres sets, tras 2 horas y 25 minutos de juego. En la primera manga, el jugador toledano no ha contado con una de sus principales armas, el servicio, ya que a excepción del quinto juego, Nadal ha disfrutado de bolas de rotura en todos sus saques, exhibiendo un gran resto.

El balear se ha mostrado muy poco efectivo en esta estadística, ya que solo ha aprovechado uno de los nueve puntos de rotura que ha tenido, aunque le ha bastado la rotura del tercer juego para tomar ventaja en el partido. La paciencia del manacorense El número dos mundial ha inaugurado el segundo set con una nueva rotura y ha cobrado una ventaja inicial de 2-0, pero Feliciano ha reaccionado con un tenis más agresivo y acertado que le ha permitido voltear el marcador y ponerse 3-2.

Pero le ha faltado consistencia para aguantar a su rival, que en los puntos largos tenía todas las de ganar. Nadal ha jugado con paciencia y, pese a que en este segundo set no ha estado tan agresivo como en el primero, la mayor solidez de su tenis ha decantado la manga a su favor tras lograr una nueva rotura en el séptimo juego.

De nuevo ha empezado Nadal rompiendo el servicio a Feliciano en el tercero y ha terminado de minar la moral del toledano, que se ha visto frente a una montaña imposible de escalar, cuando no ha aprovechado el punto de rotura que ha tenido en el segundo juego. Ahí se han escapado sus escasas opciones de pelear el parcial y ha entregado el partido tras firmar su mejor actuación en este torneo.