Una victoria incontestable contra el Villarreal (3-0) reactivó al Atlético de Madrid, que se reencontró con el triunfo bajo el efecto Simeone y con el mejor partido en meses en el Vicente Calderón, transformado en tres puntos con dos goles del colombiano Radamel Falcao y uno del brasileño Diego Ribas. El equipo, invicto desde la llegada del técnico argentino y que cerró una racha de tres choques sin ganar, volvió a conectar con su afición y a disfrutar con un encuentro notable, en el que no concedió ni una opción al conjunto castellonense, que completó un duelo lamentable, con apenas un par de disparos a portería.

Porque el Atlético confirmó su reacción. A los prometedores síntomas defensivos del pasado sábado en Málaga, en el estreno de Simeone, ayer le sumó fútbol, posesión de pelota, movilidad, profundidad e ingenio en ataque para configurar uno de sus partidos más completos de toda la temporada. Ha crecido el equipo rojiblanco y sus futbolistas, como el portugués Tiago, relegado al banquillo o la grada, según el día, por Gregorio Manzano en sus últimos ocho duelos en el cargo, Gabi, el brasileño Diego o el turco Turan, jugadores llamados a un papel fundamental en el actual proyecto.