Es la oportunidad del siglo. Pasará mucho tiempo hasta que volvamos a ver jugar un equipo con tanta delicia como este Córdoba. Allá donde va enamora. Aún tengo en la cabeza las loas de la prensa de Barcelona y de Murcia. Y las exclamaciones del público de la Nueva Condomina ante el despliegue de los blanquiverdes en la segunda mitad. Pero el deleite nunca será completo si no se culmina con un gran resultado. La derrota no evitará el aplauso por una propuesta tan atractiva como atrevida. Pero lo que hará que este Córdoba pase a la historia con mayúsculas --va por el camino-- es una hazaña.

Lo que ha logrado hasta el momento ya se puede calificar como tal, de hazaña. Verlo peleando de tú a tú ante Deportivo, Elche, Celta, Valladolid, Hércules y Almería es de alabar. Pero podría ser incluso más extraordinario. Solo hay dos equipos que han marcado menos que el Córdoba (21): el Cartagena (11), antepenúltimo, y el Gimnástic (16), último. Salvo el Hércules, que solo lleva uno más que los blanquiverdes, aunque con su máxima estrella, Tote, varios meses lesionado, los demás conjuntos acumulan desde nueve a 16 goles más que los de Jémez. Y no será por que no originen ocasiones. Con un nueve verdaderamente goleador que liberara de presión a Patiño --al que poco se le puede reprochar-- creo que el Córdoba estaría hoy en ascenso directo.

¿Que es demasiado caro traer a un delantero? Hay más alternativas. Por ejemplo, fichar a un interior y convertir a Borja en punta --ha demostrado tener calidad y puntería de sobra--. De hecho, Alcaraz hizo algo parecido con Charles, que llegó como extremo y acabó arriba.

Es cierto que las arcas del club no están para hacer dispendios. Pero se podría aprovechar el ingreso por Javi Hervás para rentabilizar ese dinero. No digo que con la actual plantilla no pueda aspirar a ascender. ¿Pero es suficiente? Y si existe la posibilidad de reforzarla, ¿no se debería aprovechar? Sobre todo porque el estado de Charles es una incertidumbre --aunque la temporada pasada se destapó como goleador en la segunda vuelta--, Balsas parece no contar para el técnico --y no creo que se eche piedras sobre su propio tejado--, y Pepe Díaz ya sabemos lo que da.

Jémez y González sabrán mejor que nadie si el refuerzo es necesario o no. Pero conviene no querer ocultar entre tantas virtudes un solo defecto.