Rubén Cuesta no llegó a jugar a las órdenes de Escalante, pero entrenó con la plantilla en el último tramo de la temporada, en el que jugó cinco partidos con Verdugo en el banquillo. El cordobés, ahora en el Lucena, recuerda que "aquel Córdoba no especulaba con el resultado, hacía un fútbol vistoso, lo que ilusionó a la ciudad". El centrocampista cree que "son etapas diferentes, porque este año todo lo mueve la ilusión de los chavales y de los que vienen de Segunda B". Otra de las claves es que el entrenador sabe manejar el vestuario. Paco hace un trabajo extraordinario y este equipo creo que no tiene techo", asegura Cuesta.