Hasta que Pep Guardiola no facilite la alineación una hora antes del partido, Leo Messi será la gran incógnita del Barça para la cita de mañana frente al Villarreal. A no ser que surja un contratiempo inesperado, o que el jugador no se sienta del todo bien --posibilidad más improbable, ante la obsesión del delantero de disputar todos los partidos--, Pep Guardiola podrá contar con el líder del ataque azulgrana.

La mayor inquietud se disipó ayer. En cuanto aterrizó del largo viaje procedente desde Costa Rica, Messi se sometió a dos pruebas médicas. Primero unas ecografías en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí; luego, una resonancia magnética en el Hospital de Barcelona. Ninguna de las dos detectó una lesión muscular en el aductor de la pierna derecha. Descartada siquiera una microrotura, solo falta por comprobar cuál será la evolución de las molestias que tiene Messi y que le impidieron participar en el segundo amistoso de Argentina. Sin Leo en el campo --Milito y Mascherano sí jugaron, aunque solo 45 minutos--, la albiceleste fue incapaz de marcar un gol al modesto combinado centroamericano.

LA COLETA NO SE TOCA La presencia de Juanjo Brau, el fisioterapeuta del Barça, ayudó a forzar el descanso de Messi y evitar que el desgaste en el aductor fuera a más. Una semana después de haber participado en el amistoso frente a Estados Unidos (el pasado sábado), estará en condiciones de reaparecer vestido de azulgrana. Nadie duda en la plantilla que saltará al césped de El Madrigal, conociendo "el carácter supercompetitivo de Leo y sus ganas de jugarlo todo", según dijo José Manuel Pinto. "La cola no la apuesto por nada", respondió el guardameta cuando se le interrogó si pondría en juego su cabellera sobre la alineación de su compañero.

Messi empezó el tratamiento nada más llegar, y continuará hoy y mañana. Poco antes de salir del hotel hacia el estadio, Guardiola le preguntará si estará en condiciones de jugar ante el Villarreal, conociendo de antemano la respuesta de Leo. Escuchará un sí. El técnico deberá calibrar, entonces, si vale la pena correr algún riesgo alineando al delantero en el estreno del apretado calendario del mes de abril: nueve partidos en 29 días; entre ellos, los cuartos de final de la Champions, la ida de las posible semifinal, la final de la Copa del Rey y el clásico de la Liga frente al Madrid.

TRES INCOGNITAS MAS No solo Messi exige la atención de Guardiola. El técnico viajará en tren a Castellón con tres incógnitas más en el vagón. Otras tres ausencias del gran grupo: Maxwell, Pedro y Bojan (todos por lesión. Y Abidal, convaleciente de su operación de hígado, tampoco está.